09 oct 2022
Lucha antiterrorista
El ejército estadounidense abatió la semana pasada a varios altos mandos del Estado Islámico en territorio sirio.
El 5 de octubre un comando norteamericano se adentró, mediante helicópteros, en la ciudad de Qamishli -bajo control de las fuerzas sirias- para neutralizar a Rakán Wahid al Shamri, uno de los responsables del contrabando de armas y combatientes de la organización yihadista; se trata de la primera operación helitransportada efectuada por Estados Unidos en territorio controlado por el régimen de Bashar al-Ásad desde 2011. Un día después las fuerzas armadas norteamericanas lanzaron un ataque aéreo que acabó con la vida de varios líderes del Estado Islámico en Siria; entre ellos Abu Hashum al Umaui, considerado el número dos en el escalafón del grupo terrorista. El Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM, por sus siglas en inglés) indicó en un comunicado que estas ofensivas han “degradado la capacidad del Estado Islámico para desestabilizar la región y atacar a nuestras fuerzas y socios”. El comandante del CENTCOM, Michael Kurilla, señaló que Estados Unidos mantendrá las bases establecidas en el norte de Siria para evitar el resurgimiento del grupo yihadista.