19 sep 2021
Muere Buteflika
Abelaziz Buteflika, el líder que puso fin en 1999 a la guerra civil larvada que causó, durante los años noventa del siglo pasado, casi 200.000 víctimas mortales, falleció el pasado 17 de septiembre en medio de la indiferencia popular.
Buteflika, ejerció la presidencia del país entre ese año y 2019, convirtiéndose en el presidente que más tiempo permaneció en el cargo desde que su país accediera en 1962 a la independencia. Desde 2013, año en el que quedó muy mermado a causa de un infarto cerebral, sus apariciones públicas fueron cada vez más escasas. Pese a ello, se presentó a las elecciones presidenciales de 2014, que ganó dando origen a su cuarto mandato. El entorno de Buteflika -un conglomerado de altos mandos militares, líderes de empresas públicas y altos dirigentes del Frente de Liberación Nacional (FLN), conocido como “le pouvoir” (el poder)- pretendieron que Buteflika volviera a presentarse a las elecciones presidenciales de 2019, para acometer el que hubiese sido su quinto mandato consecutivo. Sin embargo, esta iniciativa recibió el rechazo de la ciudadanía que, con masivas manifestaciones por todo el país, consiguió finalmente que Buteflika fuese forzado a dimitir por el ejército. Su dimisión no frenó el movimiento popular de protesta que, en realidad, iba dirigido contra todo un régimen corrupto e incapaz de aprovechar los recursos petrolíferos y gasísticos para modernizar las estructuras económicas y dar empleo a la población joven, que constituye el 70% de los casi 50 millones de habitantes del país. El legado de Buteflika, que fue sustituido en diciembre de 2019 por el actual presidente Abdelmajid Tebboune, presenta un balance negativo. A diferencia de otros países petrolíferos que están dando pasos para diversificar sus economías, Argelia ha desaprovechado los años de altos precios del crudo (entre 2006 y 2014) para hacer lo propio, siendo, por ejemplo, el único país del arco mediterráneo en carecer de autosuficiencia alimentaria. Aunque el alza de los precios del crudo de los últimos meses ha venido en ayuda del régimen, esos precios, incluso a su actual nivel, siguen siendo inferiores a los que Argelia necesitaría para equilibrar sus cuentas públicas, dada la onerosa estructura de gastos públicos que el gobierno se ve obligado a mantener para garantizar la paz social.