22 nov 2020
Nueva Constitución
El próximo 10 de enero Kirguistán votará en referéndum sobre la reforma de su texto constitucional. Recordemos que el pasado octubre un supuesto fraude en el resultado de las elecciones a la presidencia provocó la dimisión del candidato, y presidente, Jeenbekov.
Para evitar que el país careciese de liderazgo en un contexto general de crisis, el parlamento, después de un gran pulso político, nombró como presidente en funciones al nacionalista Japarov. La tarea principal de Japarov era llevar al país a una nueva ronda de elecciones presidenciales, cuya celebración también tendría lugar el próximo 10 de enero. Precisamente ha sido Japarov, que dimitió de su cargo el pasado 16 de noviembre, el principal líder e impulsor de la reforma. Su renuncia se debe a que la Constitución impide a los presidentes en funciones participar en los comicios y él pretende postularse como candidato. De hecho en los últimos meses Japarov ha hecho numerosos esfuerzos por afianzar su ventaja electoral: ha colocado a amigos cercanos en posiciones relevantes del Estado, ha realizado una campaña contra la corrupción y ha protagonizado un intenso tour electoral lleno de promesas. La propuesta constitucional centraliza el poder del Estado en la figura del presidente, reduce el número de parlamentarios y refuerza el carácter nacionalista del país. Se abre así la puerta a que se produzca una preocupante deriva autoritaria en la única exrepública soviética que, tras el colapso de la URSS había realizado una transición democrática y que lleva desde entonces instalada en una inestabilidad política crónica.