14 nov 2021
Nueva oportunidad
La República Islámica de Irán y los EE.UU. volverán a reanudar las rondas de conversaciones indirectas el próximo día 29 de noviembre. La ronda que comenzará en esa fecha será la séptima, habiéndose desarrollado las seis anteriores entre los meses de abril y julio de este año.
En las negociaciones, cuyo objetivo es revitalizar de nuevo el acuerdo nuclear de 2015, la parte iraní y estadounidense no conversan de forma directa, sino a través de diplomáticos del grupo de países conocido como 4+1, es decir, por un lado los cuatro miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (China, Rusia, Francia y Reino Unido) menos EE.UU., evidentemente, y por otro, Alemania. El jefe de la delegación persa, Ali Bagheri Kani, es considerado un hombre de confianza de Ebrahim Raisi, el clérigo que sucedió a Hassan Rohani tras ganar las elecciones presidenciales celebradas el pasado mes de junio. Raisi pertenece al ala conservadora del régimen de los Ayatolás y es considerado un “halcón” y algo parecido se puede decir de Bagheri Kani. Prueba de ello es que antes siquiera de sentarse a negociar ya ha formulado varias peticiones a la delegación estadounidense. La primera es que dé garantías de que un futuro presidente de los EE.UU. no retirará unilateralmente a su país del acuerdo nuclear, a la manera en que lo hizo Donald Trump en mayo de 2018. El jefe de la delegación persa pide también que todas las sanciones económicas impuestas por Trump, pero también por Obama, sean levantadas como condición previa para sentarse a negociar. En relación con esta cuestión, también solicita que los EE.UU. indemnicen a Irán por los perjuicios económicos ocasionados por esas mismas sanciones. Va a ser dificil que la delegación estadounidense esté en condiciones de brindar una garantía como la que pide la parte iraní. Por lo que se refiere a las sanciones, su levantamiento, de producirse, será parcial y no total, ya que de ser así, los EE.UU. se quedarían sin bazas para forzar la mano de la parte iraní. A la vista de cómo están las cosas, quizá lo más positivo de todo sea, justamente, el que las partes hayan decidido dar una nueva oportunidad al diálogo.