Nuevas reglas fiscales

En 2020, los miembros de la UE acordaron suspender el cumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que obliga a cumplir con unos objetivos de deuda y déficit, para que los países europeos sin margen fiscal pudiesen desplegar los programas de apoyo a empresas y ciudadanos que sostuvieron la actividad económica durante la pandemia. Sin embargo, los miembros del club comunitario sabían que en algún momento tendrían que volver a marcarse nuevas metas fiscales para que no se cuestionase su credibilidad a causa de los elevados desequilibrios de sus cuentas públicas. La Comisión Europea presentó una propuesta legislativa en abril de 2023 que introducía algunos cambios importantes: se establecía un nuevo criterio de sostenibilidad fiscal dependiendo del análisis de sostenibilidad de la deuda (se clasificarán los países por niveles de riesgo); se ampliará el marco temporal para evaluar la evolución de las cuentas públicas (mientras que antes se realizaba una evaluación anual, ahora se propone establecer una visión a más largo plazo, de cuatro a siete años); y, como novedad importante, se propone establecer una senda de ajuste personalizada negociada entre cada Estado miembro y la Comisión. Los distintos equipos económicos del Eurogrupo han estado todo el verano trabajando y debatiendo sobre esta propuesta. Según la ministra de Economía española, Nadia Calviño, el trabajo técnico ya estaría casi finalizado y sólo faltaría avanzar por la vía política. España, como país que preside el Consejo Europeo durante este semestre, se ha comprometido a cerrar el acuerdo del pacto de estabilidad y crecimiento a finales de año.