Nuevo desembolso del FMI

El FMI no realizó el segundo desembolso del acuerdo, que correspondía en mayo de 2021, a la espera del resultado de las elecciones, con el fin de confirmar el compromiso del Gobierno entrante con los objetivos del mismo. El ejecutivo de Lasso ha alcanzado un entendimiento que permite dar continuidad al programa firmado por la administración de Lenin Moreno. En su comunicado, el Fondo destaca que los shocks de la covid-19 y el precio del petróleo asestaron un duro golpe a la economía ecuatoriana en 2020 (el PIB cayó un 7,8%) si bien el ritmo acelerado de la vacunación, la mejora de la economía mundial y la financiación del FMI y otras instituciones financieras internacionales están apoyando la recuperación económica. Las previsiones más optimistas del precio del petróleo a corto plazo y un resultado fiscal mejor de lo esperado el año pasado han permitido acordar un ajuste más gradual del déficit que el que se negoció el año pasado aunque todavía es muy ambicioso. Para este ejercicio el objetivo es reducir el déficit público en casi cuatro puntos porcentuales, hasta el 2,3%, y en 2022 finalizar el año con las cuentas equilibradas. Esta consolidación fiscal más gradual que la negociada con la anterior administración permitirá a las autoridades atender las necesidades más urgentes de gasto relacionado con la pandemia este año, ampliar los programas de asistencia social y apoyar la recuperación.

│Ley de Creación de Oportunidades

El 24 de septiembre se ha presentado a la Asamblea Nacional la Ley de Creación de Oportunidades, que es la herramienta fundamental para articular la consolidación presupuestaria negociada con el FMI y contiene, entre otros aspectos, las reformas tributarias. Consta de tres pilares. En primer lugar, la simplificación del sistema tributario y la eliminación de impuestos que suponen un mayor esfuerzo fiscal a las clases populares. Por tanto, el Ejecutivo ya ha adelantado que no se subirá el IVA ni el precio del gas de uso doméstico, y que se eliminará el IVA para hospedaje y el impuesto de sucesiones para hijos y cónyuge, entre otros. El segundo pilar pretende que quienes más tienen realicen un esfuerzo fiscal mayor para contribuir a salir de la crisis; para ello, se propone un ajuste en las deducciones del impuesto a la renta para quienes ganan por encima de los 24.000 dólares anuales. Se pedirá también una contribución especial y temporal a las personas con patrimonios mayores a los 500.000 dólares (durante dos años), y a las empresas con un patrimonio mayor al millón de dólares y que durante el 2020 generaron mayores ventas que en 2019 (solo durante un año). Por último, el tercer pilar se centra en la atracción de inversiones a través de un nuevo marco normativo y tributario sencillo y que brinde garantías. La capacidad del gobierno para aplicar las citadas medidas se verá limitada por el débil apoyo con el que cuenta en la Asamblea Nacional y las tensiones sociales que algunas de ellas pueden generar. No obstante, muchas de las medidas anunciadas