02 oct 2022
Otro golpe de Estado
Un grupo de militares golpistas, encabezados por el capitán Ibrahim Traoré, han conseguido deponer al hasta ahora presidente del país, el teniente coronel Damiba.
La capital del país amanecía el pasado viernes entre tiroteos y explosiones en los alrededores del palacio presidencial, evocando a la jornada vivida el pasado 24 de enero. Como se recordará, en esa fecha el capitán Damiba llegó al poder sublevándose contra el entonces presidente Kaboré, democráticamente elegido en 2015 y 2020, excusándose en la “degradación en materia de seguridad”. Burkina Faso sufre un grave problema de terrorismo (que comparte con el resto del Sahel) a manos de grupos vinculados a Al Qaeda y al Estado Islámico, que ha provocado miles de víctimas mortales y millones de desplazados internos. No obstante, bajo el mando de Damiba la situación solo ha empeorado, provocando el descontento de la población y amplias secciones del Ejército y sirviendo ahora de justificación a los nuevos golpistas. Así, desde la madrugada del viernes Uagadugú se mantuvo en una situación de generalizada incertidumbre, con soldados apostados en posiciones estratégicas, helicópteros militares volando a baja altura, breves tiroteos sin víctimas y un toque de queda nocturno. Finalmente, el domingo por la tarde Damiba firmó su salida, condicionada a garantías de seguridad para sus fuerzas leales y respeto a los compromisos del país con la CEDEAO (Comunidad Económica de Estados de África Occidental), entre los que destaca la celebración de elecciones democráticas en 2024. La nueva junta militar está presidida por el propio Traoré, de 34 años, que ha prometido la restauración de la situación de seguridad.