¿Otro país más a los brazos de Rusia?

Recientemente, el gobierno de Chad ha amenazado con poner fin al acuerdo militar que mantiene con EE.UU. (Status of Forces Agreement) y que regula la presencia de 100 soldados estadounidenses en territorio chadiano. En una carta al Attaché de Defensa estadounidense, el Jefe de la Fuerza Aérea de Chad, el General Aminé Idriss, barajaba la posibilidad de terminar con la cooperación entre los dos países. Este modus operandi es muy poco habitual, ya que una comunicación de esas características se enviaría, habitualmente, a través de canales diplomáticos. Que el Ministerio de Asuntos Exteriores no haya participado (ni se haya pronunciado al respecto) ha creado cierta confusión y alimentado la especulación de que se trata, simplemente, de una táctica para mejorar las condiciones del acuerdo. No obstante, el General Idriss se posiciona abiertamente en contra de la influencia occidental en el país y defiende pivotar las relaciones exteriores chadianas a favor de Rusia, por lo que no se puede descartar que Chad copie a sus vecinos y realice un viraje hacia el este . De todas formas, y aunque Moscú se haya convertido en un aliado militar preferente de muchos de los países de la región, Chad tiene grandes necesidades de financiación, un área en la que Rusia no le puede ayudar, por lo que lo más probable es que continúe colaborando con Occidente. Toda esta situación demuestra, una vez más, la fragilidad de la posición estadounidense en una región que está sufriendo enormes turbulencias.