12 feb 2023
Perspectivas negativas
La economía británica evitó la recesión técnica en el último trimestre de 2022 cuando el crecimiento se estancó en el 0%, tras la contracción del 0,2% registrada en el trimestre anterior.
Si bien es una mejora frente a los malos resultados que se esperaban, se trata de un desempeño más que decepcionante que se suma a la mala situación en la que se encuentra el país. Reino Unido es la única economía del G7 que aún no ha recuperado los niveles de actividad previos a la pandemia y no se espera que lo haga en 2023. De hecho, las distintas previsiones sobre la economía británica garantizan una contracción de la actividad del 0,3-0,4% este año. Todo ello en un contexto en el que las familias se enfrentan a una crisis del coste de la vida con la inflación por encima del 9% en enero y los trabajadores del sector público paralizando el país con una oleada de huelgas en las que demandan subidas salariales. La situación política no es más alentadora. El gobierno presidido por Rishi Sunak, el conservador que sustituyó el desastre causado por Liz Truss, no cuenta con demasiado carisma y se le acusa de estar condenando a Reino Unido al estancamiento económico. De hecho, todas las encuestas apuntan a la entrada de los laboristas en el próximo gobierno pese a que aún faltan dos años para la celebración de elecciones en Reino Unido.