01 nov 2021
Polonia. Con la UE no se juega
Polonia tendrá que pagar una multa de un millón de euros diarios a la Unión Europea por ignorar la sentencia del Tribunal de Justicia Europeo en la que ordenaba eliminar una parte de la reforma judicial aprobada en 2018.
En concreto, el alto tribunal europeo exigía al Estado miembro suspender el régimen de penalización a los jueces al considerar que contravenía la separación de poderes, uno de los valores fundamentales sobre los que se asienta la UE. Como Varsovia desoyó las órdenes del TJE, la Comisión Europea pidió a los magistrados europeos que se le impusiese una sanción hasta que cumpliese con la normativa europea. Los líderes polacos, por su parte, argumentan que la reforma judicial busca mejorar la eficiencia del sistema judicial polaco y que la sentencia del TJE supone una intromisión en asuntos ajenos a las competencias europeas y un chantaje a un Estado miembro. Se trata, pues, de un nuevo episodio más del enfrentamiento que, desde hace años, mantienen los líderes polacos con la UE. De hecho, desde que, en 2015, el partido conservador Ley y Justicia (PiS) accediese al poder, los choques entre ambos han sido constantes y diversos; desde cuestiones migratorias, hasta las leyes contra la comunidad LGTBI, pero sin duda, la más grave ha sido sobre la vulneración reiterada contra el Estado de derecho. Los ataques por parte del Ejecutivo polaco al brazo judicial han sido constantes: en 2016 ya neutralizaron el poder del Tribunal constitucional y, el Tribunal Supremo parecía seguir el mismo camino. De hecho, firmes en su empeño, las autoridades polacas llegaron incluso a rebelarse en contra de la primacía de la legislación europea sobre la nacional, algo que, hasta el momento, ningún Estado miembro se había atrevido a cuestionar. No obstante, parece que la UE ha dicho basta y, además de la multa millonaria, recordemos que Bruselas ha amenazado con paralizar el desembolso de fondos del NGEU (36.000 mill.€). Parece que intenta mandar un claro mensaje a Varsovia: “La UE es una unión de valores, no un cajero automático”.