Privatización de Electrobras

Para ello ha sido necesaria la aprobación del Parlamento y del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), órgano fiscalizador del Estado, que, el mes pasado, finalmente autorizó la operación. La compañía fue fundada en 1962 y desde entonces el Estado brasileño era el accionista mayoritario. Cuando finalice el proceso de privatización, en las próximas semanas, la participación del Gobierno pasará del 72% al 45%. Se trata de la mayor oferta de acciones en la Bolsa brasileña desde la megacapitalización de Petrobras en 2010. El ministro de Economía, Paulo Guedes, ha afirmado que la "exitosa capitalización" de Electrobras es "una prueba más" de la "confianza" del capital privado en el futuro de Brasil”. El Ejecutivo argumenta que beneficiará al consumidor final, reduciendo el riesgo hidrológico (la dependencia de Brasil del agua de las presas y el peso que esto tiene en la factura), por lo que prevé una reducción en las tarifas. El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y favorito de cara a las elecciones de octubre se ha opuesto a la privatización desde el principio ya que considera que el Gobierno perderá la capacidad de aplicar programas sociales como ‘Luz para todos’, que llevó energía eléctrica a los hogares más pobres. Sin embargo, ha señalado que en caso de acceder al poder no revertiría la operación. La venta de las acciones ha desencadenado masivas protestas por quienes consideran que la iniciativa supone un atentado contra la soberanía y un menoscabo a la seguridad energética del país.