17 dic 2023
Recrudecimiento del conflicto
Los dos bandos que luchan en Sudán se están preparando para la batalla por El Fasher, la capital del estado de Darfur Norte.
Las Fuerzas Armadas de Sudán, encabezadas por el general Al Burham, jefe de Estado desde el golpe militar de 2021, podrían tener graves dificultades para evitar que las RSF (Rapid Support Forces) del general Hemedti se hagan con el control total de la enorme región de Darfur, que tiene un tamaño similar a España. De lograrlo, se materializaría uno de los principales temores de Occidente: un cisma del país, con dos gobiernos paralelos al estilo de Libia, Hemedti al este y Al Burham al oeste, y que el conflicto se cronifique. La alternativa tampoco es mucho mejor, ya que Hemedti no tiene actualmente incentivos para sentarse a negociar. Continúan así las atrocidades en Darfur, repitiéndose lo sucedido hace 20 años. Se acusa a las tropas del RSF, muy creíblemente, de llevar a cabo masacres contra civiles y otras violaciones de los derechos humanos, algo que le está pasando factura diplomática y políticamente. Esto también ha afectado a uno de sus principales apoyos (no oficial), Emiratos Árabes Unidos: la pasada semana, mientras en Dubai se llevaba a cabo la cumbre del clima COP28, Al Burham expulsó a los diplomáticos emiratíes de Sudán por enviarle armas a las RSF a través de Chad. El recrudecimiento del conflicto lleva aparejado la continuidad de la crisis humanitaria que sufre la población sudanesa, con más de 7 millones de desplazados.