11 abr 2021
Retroceso democrático
El país africano ha celebrado en un clima de protestas los comicios presidenciales el domingo 11 de abril. La convocatoria ha estado marcada por el veto de participación a las principales figuras de la oposición.
La comisión Nacional Electoral Autónoma tan solo ha autorizado tres candidaturas: la del presidente, Patrice Talon, y la de dos partidos afines ideológicamente al gobierno. Se repite, pues, el guion de las elecciones parlamentarias de abril de 2019, donde la oposición fue excluida de la convocatoria. Así, el mandatario logrará, con toda probabilidad, la reelección. El veto de los partidos de la oposición supone un paso más en el deterioro del marco político beninés. Tras ganar sorprendentemente las presidenciales de 2016, Patrice Talon ha emprendido una agenda con grandes dosis de autoritarismo, persiguiendo a los opositores y a los medios de comunicación. En apenas un lustro el político ha desmantelado una de las principales características de Benín: su papel como referente democrático en la región. El país fue pionero en el contexto africano en adoptar un sistema multipartidista, en 1991. Hasta la llegada al poder de Patrice Talon, los principios democráticos se cumplían, los políticos respetaban los límites presidenciales y las alternancias en el poder transcurrían en un contexto de normalidad.