Sabotaje

Pese a las dudas iniciales, horas después las autoridades danesas confirmaban que se trataba de un sabotaje dada la magnitud del ataque que ha producido agujeros de 1 km de diámetro. Los precios del gas apenas han reaccionado con incrementos del 10% en línea con el comportamiento volátil que viene registrando. La actividad en el mar Báltico, en cambio, sí se ha visto afectada ante el temor de que se produzcan incendios en las embarcaciones que navegan en las proximidades. Nadie ha reconocido la autoría del ataque pero algunos gobiernos occidentales apuntan directamente al Kremlin como responsable. Pese a que los gasoductos son propiedad de la empresa rusa Gazprom, lo cierto es que Rusia podría estar “quemando los puentes” que le vinculan a Europa. Además, sería una muestra inequívoca de la vulnerabilidad de las infraestructuras estratégicas europeas. Por otro lado, otras teorías apuntan a Estados Unidos, quien estaría interesado en vender su GNL a Europa, a pesar de que no cuenta con recursos suficientes para abastecer la demanda europea.