19 ene 2025
Sanciones para los líderes de los dos bloques
Estados Unidos ha establecido sanciones para Hamdan Dagalo “Hemedti”, líder de las Rapid Support Forces (RSF), una milicia a la que se acusa de llevar a cabo un genocidio en la región sudanesa de Darfur, y a siete empresas de Emiratos Árabes Unidos, señaladas por aportar liquidez y armas al grupo paramilitar a través del contrabando de oro.
Apenas una semana después de esta decisión, Washington anunció también sanciones para el General Abdel Fattah al-Burhan, jefe de Estado de facto, por “desestabilizar el país y socavar la transición democrática”. Pese a que han pasado casi dos años desde que estalló el conflicto y que hace 13 meses que las RSF están acusadas de cometer crímenes de guerra, EE.UU. no había sancionado a ninguno de los participantes, excusándose en su posición como mediador. El cambio de postura, tomada por la administración saliente en sus últimos días, ha sido criticado por percibirse como un esfuerzo tardío y con escaso efecto real. La guerra en Sudán ha causado una crisis humanitaria que afecta actualmente a 30 millones de personas. Pese a ello, prácticamente no ocupa la agenda global y la comunidad internacional no está tomando pasos claros para favorecer el fin de las atrocidades y la violencia, y los intereses económicos de los poderosos vecinos del país suponen un escollo para la resolución del conflicto.