Tensiones diplomáticas

El 29 de octubre un multitudinario grupo de violentos antisemitas asaltaron el aeropuerto internacional de Majachkala, capital de la región rusa de Daguestán, e irrumpieron en la pista de aterrizaje con el objetivo de abordar un vuelo procedente de Tel Aviv; unos disturbios que provocaron el cierre temporal de la infraestructura aérea. En el terreno diplomático, la semana ha estado marcada por los desencuentros que ha propiciado el recrudecimiento de la ofensiva militar. Tel Aviv ha denegado el visado a los representantes de la ONU y ha exigido la dimisión del Secretario General, Antonio Guterres, por afirmar que “los ataques de Hamás no han salido de la nada, los palestinos viven una ocupación sofocante desde hace 56 años”. Asimismo, Israel ha retirado a su personal diplomático de Turquía y ha asegurado que reevaluará sus relaciones con el país otomano después de que el presidente Erdogan comparase los bombardeos israelíes sobre Gaza con el Holocausto. En el plano militar, continúan los enfrentamientos y las escaramuzas entre la milicia libanesa de Hezbóla y las fuerzas armadas israelíes a ambos lados de la frontera. Por su parte, Estados Unidos bombardeó varias instalaciones de la Guardia Revolucionaria iraní situadas en el este de Siria, en respuesta a los ataques efectuados por milicias alineadas con Teherán contra bases norteamericanas en Irak y Siria. Así pues, el riesgo de que se produzca una peligrosa expansión del conflicto bélico a lo largo de la región de Oriente Medio se mantiene, de momento, contenido. Ahora bien, este frágil escenario podría alterarse ante el menor error de cálculo.