Tensiones marítimas

Filipinas y China celebraron ayer la novena reunión de su Mecanismo Bilateral de Consultas (MBC) sobre el disputado Mar de China Meridional. En ella participaron María Theresa Lazaro, subsecretaria del Ministerio de Asuntos Exteriores filipino, y Chen Xiaodong, viceministro del Ministerio de Asuntos Exteriores chino. Ambas partes acordaron mantener el diálogo sobre el Mar de China Meridional, pero no se llegó a ningún acuerdo concreto. Recientemente, se han producido numerosos y tensos enfrentamientos entre buques filipinos y chinos en las aguas en disputa, especialmente en relación con las misiones filipinas de reabastecimiento en el banco de arena Thomas II, un atolón dentro de la zona económica exclusiva filipina. En los últimos meses, los guardacostas chinos han emprendido tácticas cada vez más agresivas para impedir que Filipinas envíe suministros a los infantes de marina estacionados en un barco llamado Sierra Madre que está en el arrecife. El mes pasado, se produjo allí una colisión que causó heridas graves a un marinero filipino cuando personal de la guardia costera china abordó los barcos filipinos armados con cuchillos y otras armas blancas. Las conversaciones pueden ayudar a restablecer la confianza entre Manila y Pekín. Sin embargo, el compromiso con el diálogo hace poco por aliviar el riesgo de una escalada involuntaria de las tensiones derivadas de un nuevo incidente marítimo.