Tormenta de fuego

La oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU estima que la ofensiva hebrea ha destruido el 25% de los edificios residenciales de la Franja; entre otros, numerosas instalaciones de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (UNRWA). Mientras tanto, apenas se han producido avances en las negociaciones para la liberación de los más de 200 rehenes secuestrados por Hamás. Únicamente dos ciudadanas norteamericanas han sido liberadas por el grupo terrorista, tras la mediación de Catar y de Estados Unidos. En medio del conflicto, la población civil gazatí se enfrenta a una situación extremadamente grave: sin agua potable, alimentos, ni medicamentos en los hospitales; un déficit que, de acuerdo a las organizaciones no gubernamentales sobre el terreno, no se mitigará con la entrada, a partir del 21 de octubre, de camiones con ayuda humanitaria. Al contrario, se teme que la preocupante crisis humanitaria se acentúe en las próximas semanas, a medida que se alargue el conflicto. Según las recientes declaraciones del ministro hebreo de Defensa, Yoav Gallant, de momento nos encontramos en la primera de las tres fases de la campaña militar diseñada por Tel Aviv.