08 dic 2024

Un acuerdo histórico a prueba de ratificación

La Unión Europea y Mercosur han alcanzado, el 6 de diciembre, un acuerdo de libre comercio tras 25 años de negociaciones. Este pacto, si finalmente se ratifica, establecerá una de las mayores zonas económicas del mundo, abarcando más de 700 millones de personas, casi una cuarta parte del PIB mundial y un comercio bilateral de bienes y servicios que supera los 100.000 mill.$.

A los países del Mercosur les brinda un acceso preferencial al mercado europeo, particularmente para productos agrícolas como carne, soja, azúcar y frutas, eliminando barreras arancelarias que limitaban su competitividad. Además, se espera que el acuerdo estimule la llegada de inversiones europeas, favoreciendo la transferencia tecnológica y mejorando la competitividad de las empresas del Mercosur en las cadenas globales de valor. El acuerdo se implementará en forma gradual en tiempos que garantizan un proceso de adecuación de las economías de Mercosur a la competencia internacional.  Para los países sudamericanos, los plazos de desgravación arancelaria se extenderán, en promedio, en períodos de 10 y hasta 15 años.

Para la Unión Europea, el acuerdo también supone un paso estratégico en su política comercial y geopolítica. Desde el punto de vista económico, la UE asegura un acceso más amplio a los mercados sudamericanos, especialmente en sectores industriales y de bienes manufacturados, que podrán competir en mejores condiciones frente a los productos locales gracias a la eliminación de aranceles en hasta el 91% de las exportaciones europeas al Mercosur. Esto beneficiará a industrias clave como las del automóvil, la maquinaria, los productos farmacéuticos y los químicos. Asimismo, se espera que las empresas europeas obtengan ventajas competitivas en el ámbito de los servicios y las compras públicas, áreas que hasta ahora presentaban mayores barreras en los países del Mercosur. En términos políticos, líderes como Ursula von der Leyen han destacado la relevancia del pacto como una respuesta a las tensiones comerciales globales y una herramienta crucial para diversificar proveedores en sectores estratégicos, especialmente en el acceso a materias primas críticas. Esto cobra especial importancia frente al proteccionismo de Estados Unidos y China, y refuerza el interés de la UE por consolidar alianzas en América Latina frente a la creciente influencia china en la región.

Sin embargo, el acuerdo enfrenta importantes desafíos para su ratificación. En Europa, países como Francia y Austria han planteado reservas vinculadas a la sostenibilidad ambiental y la competencia en sectores agrícolas sensibles, lo que podría dificultar su aprobación en el Consejo de la UE. Por otro lado, en el Mercosur, persisten debates sobre los efectos del acuerdo en la industria local y la distribución de beneficios entre sus miembros. Todavía quedan, por tanto, notables obstáculos que superar, pero de ratificarse este pacto marcaría un antes y un después en las relaciones entre la UE y América del Sur.

aranceles materias primas servicios agricultura tlc
Compártelo:

Te podría interesar