07 mar 2021
Una relación desconfiada
Tan solo dos meses han sido necesarios para que apareciesen los primeros roces entre Reino Unido y la UE en la aplicación del Acuerdo de salida. En esta ocasión el desencuentro se ha producido por el incumplimiento del Protocolo de Irlanda del Norte que obliga a Reino Unido a aplicar controles a los bienes que tengan como destino Ulster.
Londres unilateralmente aprobó ampliar el período de gracia para hacer efectivos dichos controles fronterizos hasta finales de octubre (mientras que la fecha acordada con Bruselas establecía el 1 de abril como fecha límite) para dar tiempo a los establecimientos a adaptar su cadena de suministro a la nueva realidad. En consecuencia, la Unión anunció que emprenderán acciones legales tal y como se prevé en el Acuerdo aunque no dieron más detalles al respecto. El pasado mes de octubre, Bruselas ya inició un procedimiento legal contra Reino Unido por una ley del mercado interno británico que, igualmente, permitía saltarse lo acordado en el acuerdo de salida. El gesto por parte del ejecutivo británico no hace sino tensar la ya compleja relación que existe con sus socios europeos que consideran que Reino Unido es ahora un socio en el que “no se puede confiar”.