09 oct 2022
De nuevo estallan las protestas
Una vez más, la capital haitiana es escenario de multitudinarias manifestaciones pidiendo la dimisión del primer ministro en funciones, Ariel Henry. La chispa que ha desatado el malestar social ha sido el anuncio de un incremento de los precios de los hidrocarburos.
En el transcurso de las protestas, bandas criminales bloquearon el principal puerto del país, lo que provocó el corte de los suministros a los hospitales y otros distribuidores de servicios básicos. Esto ocurre en un momento particularmente difícil para la infraestructura sanitaria del país, que se enfrenta a un nuevo brote de cólera que, dada la escasez de suministros, podría ser devastador. Además, la violencia que ejercen las mencionadas bandas es cada vez mayor, lo que aumenta la ya crónica inestabilidad política y, con ello, el descontento popular. Así pues, los haitianos salen a las calles por enésima vez desde 2018 en demanda de mejoras tangibles en el plano económico y social. El voluble entorno social sirve de excusa al Ejecutivo para aplazar nuevamente la celebración de elecciones.
│Crisis transversal
Haití sufre gravísimos problemas de naturaleza sociopolítica y económica. Las elecciones celebradas en 2018 derivaron en una profunda crisis constitucional que incluyó un fallido golpe de Estado y, finalmente, culminó en el asesinato del entonces presidente, Jovenel Moïse. Su sucesor, Ariel Henry, ya ha cumplido un año al frente de un gobierno de transición sin convocar nuevos comicios. Además, se le ha vinculado con uno de los sospechosos del magnicidio de su predecesor, lo que ha aumentado la desconfianza popular hacia su figura y deslegitimado más aún al gobierno. En el plano económico, Haití es uno de los países más pobres de la región, y su población está asolada por la escasez, el desempleo y la mayor tasa de desigualdad del continente. Todavía no se ha recuperado del terremoto de 2010, en el que murieron alrededor de 200.000 personas y que dejó al país en ruinas. A esto se sumó, escasos meses más tarde, un devastador brote de cólera, que tardó 9 años en erradicarse y se saldó con alrededor de 10.000 fallecidos.