20 dic 2020
La pandemia asesta un duro golpe a la región
La semana pasada la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) ha publicado
su informe anual en el que examina el comportamiento económico de la región durante el 2020
e incluye previsiones para los próximos años, todo ello duramente impactado por la crisis derivada
de la covid-19.
En conjunto, la región ha experimentado una contracción del 7,7% del PIB en el
presente año, en un contexto de masivo desempleo, ya que se han perdido 47 millones de
empleos (equivalente a un aumento de 3 puntos en la tasa de desocupación, hasta el 11%), y de
un retroceso mayúsculo en la lucha contra la extrema pobreza, que ahora afecta a casi 29
millones de latinoamericanos (un 4,4% de la población). En 2021 la economía regional crecerá un
3,7%, un dato positivo pero que no supone sino un “rebote estadístico” y será insuficiente para
recuperar los niveles de actividad económica previos a la pandemia, algo que se estima no se
logrará hasta 2024. Esto aviva los temores a que finalmente se dé una “década perdida”, es decir,
un periodo sin crecimiento económico, ya que al impacto de la pandemia se suma los años
previos de reducidísimos aumentos anuales del PIB (0,3% de promedio entre 2014 y 2019). Según
la CEPAL, hay cuatro factores de los que dependerá la rapidez de dicha recuperación: la
intensidad y propagación de las sucesivas olas de contagios, la distribución de las vacunas, la
permanencia de los estímulos fiscales y monetarios, y las tensiones sociales que puedan surgir. Esta
última es una de las principales preocupaciones de los gobiernos de la región, dada la ola de
históricas protestas que, como se recordará, ha tenido lugar en un amplio número de países
latinoamericanos desde 2019.