09 dic 2021
Los 10 errores más comunes de las marcas en redes sociales
Los entornos sociales son un excelente canal de comunicación, pero también pueden ser la vía por la que una compañía puede sufrir un importante daño corporativo. Para evitarlo, nada mejor que no caer en algunos de los fallos más comunes y más graves que las firmas cometen en estos canales.
Las empresas son conscientes desde hace años de que los entornos sociales son un canal perfecto para comunicarse directamente con sus clientes. Esta vía supone una clara oportunidad de incrementar los ingresos, ya que permite publicitar los productos o fidelizar a los clientes ofreciéndoles un mejor servicio. No obstante, las redes sociales también dar lugar a importantes inconvenientes para la marcas, ya que su amplia difusión puede magnificar la trascendencia de un error.
Existen ejemplos recientes de ello. El más cercano es el del propio Elon Musk, fundador de Tesla, al que no se le ocurrió otra cosa que preguntar a sus seguidores en Twitter si era el momento de vender el 10% de la compañía. Como era previsible para todos, menos quizá para el propio Musk, la mera formulación de la pregunta hizo que los títulos de la firma cayeran en picado en la bolsa, al entender los inversores que Musk había perdido la confianza en el crecimiento de la firma.
Como se puede comprobar por el caso anterior, equivocarse en redes sociales con consecuencias desastrosas para la reputación de la marca está a la orden del día. Con el objetivo de minimizar estos fallos, desde este post apuntamos una serie de errores comunes, que la consultora Nuvix Consulting destaca en un informe y que deben evitarse para no dañar la imagen de marca.
Carecer de estrategia
El gran error de muchas marcas es “jugársela” en redes sociales sin tener una estrategia clara donde se marquen objetivos tan básicos como definir el target al que la firma pretende dirigirse, o evaluar el mejor horario para publicar los mensajes.
Abarcarlo todo
Algunas firmas creen que deben estar presentes en todas las redes sociales y se afanan en lograrlo. Esto supone un error y un notable desperdicio de recursos. De nuevo la falta de una estrategia empuja a muchos a equivocarse y a contar con una serie de perfiles sociales que no aportan nada y que son abandonados. Un ejemplo en este sentido sería una notaría que tenga especial interés en estar presente en redes de gente joven como TikTok. ¿De verdad alguien puede pensar que el cliente objetivo de los notarios está en este canal?
Dejar los perfiles incompletos
Además de un canal de comunicación, las redes sociales también son una fuente de información. Por ello, dejar incompletos perfiles de la empresa en redes sociales es un fallo que los clientes no pasarán por alto, ya que denota falta de transparencia.
Comprar falsos seguidores
Una estrategia basada en ganar seguidores a cualquier precio es perjudicial para la imagen de la empresa. Máxime si en dicha estrategia se incluye la elaboración de cuentas falsas para aumentar la base de usuarios. Estas prácticas generan mala impresión y desconfianza. Sin duda, decantarse por tener menos seguidores pero reales y de calidad es una hoja de ruta más interesante en entornos sociales que el crecer por crecer.
Limitarse a publicar contenidos
Las redes sociales son, sobre todo, un canal de comunicación. A pesar de ello, muchas marcas se limitan a publicar sus mensajes e ignoran cualquier intento de diálogo directo con los usuarios. Salta a la vista que esto es un fallo que impide sacar partido a los entornos sociales, además de generar mala imagen.
Usar muchos hashtags
Lejos de lo que se puede pensar, usar muchos hashtags impide comprender los tweets, lo que reducirá el porcentaje de internautas que han clic en el mensaje.
No cuidar el contenido
Las marcas cuyos mensajes no aportan nada o son directamente calcos de los que realizan algunas firmas rivales son inútiles. La gente no es tonta y no tardará demasiado en descubrir que está en un canal que carece de valor añadido. Para evitarlo, nada mejor que “trabajar” los contenidos desde todos los puntos de vista, empezando por el lenguaje mismo, que no puede ser en exceso formal ya que se debe tener en cuenta la forma de escribir en redes sociales. Ahora bien, que la comunicación sea menos formal no quiere decir que deba ser chabacana o poco profesional. Un mensaje mal redactado sin ningún motivo generará siempre rechazo.
Publicar lo mismo en todas las redes
Otro error relacionado con el anterior es el de publicar siempre el mismo contenido en todas las redes sociales en las que la marca esté presente. El “copiar” y “pegar” no basta en redes sociales, ya que genera una imagen monótona de la marca.
Saturar
Publicar continuamente mensajes tampoco ayuda ya que suele saturar al lector. Además, hay que tener en cuenta que cada entorno social es diferente en este aspecto. Por ejemplo, el usuario de Twitter puede aceptar recibir varios contenidos de la marca al día. Pero en el caso de Instagram, cuatro o cinco contenidos en el muro a la semana son más que suficientes.
Borrar los mensajes negativos
Eliminar cualquier crítica a la marca es uno de los errores más graves que una empresa puede cometer, ya que originará una oleada de comentarios negativos que pueden hundir la imagen de la marca en un corto intervalo de tiempo.
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