23 ene 2024
Cómo utilizar el advergaming para mejorar tus resultados comerciales
Generar un mayor valor de marca, complementar las estrategias de marketing digital o potenciar promociones y ofertas de productos y servicios son solo algunos ejemplos de por qué el advergaming es una de las estrategias digitales con mayores expectativas de éxito para las empresas y que, en el caso de las pymes, puede llevarse a cabo sin condicionar en exceso los recursos económicos o materiales de los que se dispone.
Carlos Sánchez - Colaborador de Asesores de Pymes externo a Cesce
En muy pocos años, la gamificación ha llegado a capas de la sociedad que parecían inaccesibles, y hoy ya no nos sorprende, por ejemplo, ver a una persona de edad avanzada jugando a través de su teléfono móvil. Por pintoresco o simpático que todavía esto nos pueda parecer, desde el punto de vista empresarial significa la llegada de un sinfín de oportunidades de negocio para las empresas, dado que, a través de estrategias de advergaming es posible atraer a nuevos clientes potenciales o fidelizar con un alto porcentaje de éxito a aquellos que ya eran compradores de nuestros productos y servicios.
Identificación de los usuarios
La publicidad, bien sea destinada a alguno de los medios de comunicación convencionales, como un periódico o la televisión, o, incluso, la de carácter digital, tiene cada vez un menor efecto de persuasión en los consumidores. Por ello, es importante identificar otras posibles alternativas para transmitir los mensajes de la empresa a los clientes. Entre las vías posibles, una de las que ofrecen mayores expectativas es el advergaming.
En pocas palabras, el advergaming es una técnica publicitaria no invasiva que basa su soporte principal en la gamificación para publicitar nuestra marca comercial o los productos y servicios que se ofrecen en el mercado. La simbiosis entre los videojuegos y la publicidad ofrece un potencial muy relevante para las organizaciones, habida cuenta de que los primeros se han erigido como la principal forma de ocio a lo largo de los últimos años, y sus expectativas de cara al futuro invitan a pensar en que acrecentará su hegemonía.
Entre las principales virtudes de los videojuegos destaca la de generar emociones entre sus usuarios, que terminan identificándose de manera muy poderosa con los protagonistas de los títulos con los que juegan. Combinando esto con las técnicas de la publicidad desarrolladas a lo largo de las últimas ocho décadas significa que el potencial de fidelización con los clientes es muy elevado.
Sin embargo, es importante discernir entre los dos tipos de advergaming que existen. Por un lado, está el llamado product placement, que consiste en que a lo largo de un videojuego se coloca una inserción publicitaria de una marca en concreto, que aparece de forma esporádica y no permanente. Es decir, que si se trata de un juego de fútbol, en las vallas publicitarias del campo es posible que aparezcan marcas reales pero que se evocan durante todo el tiempo.
Por otro lado, en el advergaming más puro, las compañías diseñan campañas en las que el videojuego en cuestión tiene que ver directamente con la marca. Por ejemplo, es el caso de si se diseña un programa para ayudar a un protagonista diseñado por medio del logo de la empresa a lograr superar un reto. En este último caso, la identificación con los valores de la marca es sensiblemente mayor, pero también lo es el coste económico para la entidad de diseñarlo y llevar a cabo una campaña de marketing para que los usuarios utilicen el videojuego. En cualquier caso, el uso de las redes sociales permite en la actualidad poder viralizar este tipo de campañas a un coste más asumible que hace algunos años.
Amplios beneficios potenciales
Uno de los grandes secretos del éxito del advergaming es que se trata de publicidad no invasiva, lo que quiere decir que el mensaje publicitario no es lo único que comparte la empresa, sino que también hay un disfrute emocional sin coste para el consumidor. Por ello, es más fácil para este identificarse y destacar valores positivos sobre la marca.
Desde la óptica de una pyme, el advergaming es muy útil para, por ejemplo, promocionar un determinado producto o servicio, en especial, en el caso de nuevos lanzamientos, evitando tener que destinar una inversión económica elevada a realizar inserciones publicitarias en revistas, periódicos o en medios online.
Además, es bastante factible que por medio de una estrategia de advergaming, los usuarios logren conectarse a un nivel mucho más profundo con la marca, forjando un sentimiento de pertenencia y una identificación con los valores reputacionales que es muy difícil lograr a día de hoy a través de una campaña publicitaria más convencional.
En definitiva, el advergaming ofrece estas ventajas para una empresa:
- Poder fortalecer la imagen de su marca ante sus consumidores y la sociedad en general.
- Tener más éxito a la hora de persuadir a los clientes ya existentes así como convencer a otros potenciales.
- Establecer campañas de venta cruzada entre diferentes industrias si, por ejemplo, nuestra empresa ofrece productos y servicios en más de un sector de actividad.
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