16 ago 2017
¿Cómo asegurar el éxito a largo plazo de los nuevos negocios?
Se flexible
La senda que conduce al éxito difiere en cada empresa. Existen oportunidades, trampas y cambios que deben superarse para lograr convertir una buena idea en un negocio de éxito. Sin embargo, superar los primeros problemas que un emprendedor se encontrará en su nuevo negocio son una mezcla de las palabras visión y flexibilidad. La manera en la que se implemente esta mezcla será la clave del éxito de los nuevos negocios en el largo plazo.
Aunque no lo parezca, gran parte del éxito de una empresa a lo largo de los años se consigue en las etapas iniciales del negocio. Es justo en esos primeros momentos cuando es inculcan en la empresa factores fundamentales como la cultura, la diferenciación y el compromiso que el cliente tiene con el negocio.
Esa visión del negocio que le puede hacer merecedor de dicho compromiso debe mezclarse con la manera en la que se satisfacen las nuevas necesidades que un negocio adquiere según aumenta su tamaño. Es decir, la flexibilidad en adaptar todos los procesos a las necesidades que en cada momento tiene la empresa.
Comencemos por el principio
Por tanto, y aunque muchos retos que los empresarias deben superar en los primeros momentos, a continuación mostramos diversas realidades relacionadas con la visión y la flexibilidad que son capitales para superar los primeros tiempos de vida empresarial.
Encontrar aquello que nos haga únicos
Las ideas de negocios que son el germen de toda nueva empresa, deben tener la suficiente calidad como para permitir al empresario entregar algo diferente al consumidor. No basta con una referencia que sea buena. También debe constituir una novedad. De esa forma será capaz de lograr que la visión del negocio esté capacitada para responder a la gran pregunta de la que depende el éxito o el fracaso de un negocio: ¿qué me hace ser único?
Y es que un emprendedor debe valorar que cuando un cliente compra un producto de una firma de reciente creación está asumiendo un riesgo mayor que si lo hace de un negocio ya consolidado. Por tanto, debe estar lo suficientemente motivado por la calidad y singularidades del producto o servicio ofrecido. De ahí que sea imprescindible centrarse en el valor único de su producto casi desde antes de que existiera la empresa.
Solo así se podrá diseñar esa funcionalidad extra que hace al producto diferente. Posteriormente se podrá hacer gala de flexibilidad y adaptar el producto a los cambios y nuevas necesidades del mercado. Pero el primer producto que sale a la venta es el que abre todo y, por lo tanto, es lo que más hay que cuidar y mejorar.
La importancia de la agilidad en los negocios
Algunas veces las historias de éxito de una empresa pasan por un fundador, en cual en su día fue un emprendedor, que se aferró a su visión de éxito y a su plan de negocios inicial, y que no vaciló aunque se le conminó a hacerlo. Ellos fueron capaces de ver un futuro para la compañía y no abandonaron nunca ese camino.
Pues bien, quizá esta estrategia sirvió en ocasiones. Sin embargo, esa es también la historia de muchas empresas que ya no están entre nosotros. Sin escuchar al mercado y a nuestros clientes es probable que no exista futuro. En los negocios, y más en las primeras etapas, construir un concepto y una visión es importante. Pero ser ágil y abierto a las nuevas ideas es la llave a la longevidad de la compañía.
Cuidado extra en la contratación
Cuando un negocio recién empieza es habitual que el emprendedor tenga la mente puesta en conseguir las metas que se marca. Es decir: que se centre en exclusiva en su visión. Pero es justo en esos momentos cuando se sientan las bases de la cultura empresarial de una empresa y las decisiones equivocadas en este sentido pueden tener un impacto a más largo plazo.
Para ser capaces de crear una cultura válida para los objetivos marcados, el liderazgo de la compañía también debe estar involucrado en las personas que se contratan en esos primeros momentos. Será la única forma de asegurarse que se cuenta con el equipo adecuado para alcanzar las metas. Esto es esencial, ya que equivocarse con estos primeros empleados, hará que los siguientes también sean erróneos, ya que estos últimos se fijaran en los veteranos.
Lograr mejoras continuas con el cliente
El corazón de cualquier empresa es la relación que tenga con los clientes. Es evidente que la visión y la calidad del producto o servicio es la piedra angular sobre la que se construye todo. Pero si se pierde la confianza con el cliente, todo se acabará. Por tanto, el cliente debe ser el centro de todo. Y eso solo se puede conseguir si toda la empresa es consciente de la situación y se vuelca a la hora de solucionar cualquier problema.
No basta con la existencia de un departamento que atienda al cliente. Todos han de trabajar con el objetivo de lograr mejoras continuas de esa relación con el cliente. Será la única posibilidad de alcanzar un éxito duradero.
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