05 may 2022
El BME Growth facilita unas salidas a bolsa que las empresas ya deberían estar barajando
En un contexto exigente como el actual provocado por los altos precios, la necesidad de buscar financiación más allá de la bancaria eleva la importancia que para las empresas tiene la existencia de un mercado bien estructurado y desarrollado que impulse los saltos bursátiles y la llegada de nuevos inversores.
El 21 de febrero de 2006, la bolsa presentó un nuevo mercado dedicado en exclusiva a las pymes. Su nombre: Mercado Alternativo Bursátil (MAB). De su gestión siempre se ha encargado Bolsas y Mercados Españoles (BME) y su supervisión es realizada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Es decir, se trata de un mercado de valores con la misma regulación y controles que los que presentan sus hermanos mayores, el Mercado Continuo y el Ibex 35, que engloba a las grandes multinacionales del país.
A pesar de esa seguridad, la historia del MAB no ha sido sencilla. Los continuos toboganes económicas que nuestro país ha sufrido en los primeros quince años del presente siglo (crisis financiera, burbuja inmobiliaria y crisis de deuda) provocaron que las empresas interesadas en debutar en el MAB fueran menos de las que los expertos esperaban. Para incrementar su importancia entre las pymes, BME rediseñó por completo este mercado en 2017, rebautizándolo con el nombre de BME Growth. Pero no se trató solo de un mero cambio cosmético. Muy al contrario, el gestor eliminó trabas que impedían el debut bursátil de muchos de los negocios interesados, al tiempo que aumentó la promoción del rebautizado MAB para captar la atención de los inversores.
¿Resultado? Los saltos al parqué en el BME Growth se han triplicado desde 2015. Asimismo, los debuts también triplican a los que se han producido en el Mercado Continuo en idéntico periodo. Es obvio que el mayor número de toques de campana tuvieron lugar antes de la irrupción de la Covid. Pero la pandemia tampoco evitó que este nuevo MAB cerrara aquel año de infausto recuerdo para todos, como fue 2020, con tres nuevos integrantes: Making Science, Soluciones Cuatrochenta y Aspy.
El renovado interés de los negocios por el BME Growth hacen que este mercado ya cuente con prácticamente 130 valores cotizados, cuyos últimos integrantes son la compañía de energías renovables Enerside y la firma de biotecnología Vytrus.
Los datos dejan patente que el rebautizado MAB se ha convertido en una plataforma que cada vez atrae más el interés de las pequeñas empresas en crecimiento. Algo lógico si se tiene en cuenta que de ese indicador han salido gigantes que han utilizado dicho índice como trampolín para saltar al Mercado Continuo. Buenos ejemplos de ello son MásMóvil, Grenergy o Atrys.
A la vista está que algunas empresas ya se han beneficiado de la existencia de un mercado especializado para las pymes, pero lo mejor está por venir. En un entorno como el actual, este mercado es una plataforma perfecta para que las empresas puedan hacer frente a los retos económicos actuales.
Dichos retos vienen marcados por los incrementos de los costes, que encarecen cualquier inversión que las compañías pretendan realizar para impulsar el negocio o, simplemente, para resolver complicaciones financieras. Por si fuera poco, la inflación récord, que ya perdió desde hace meses el apellido de pasajera o temporal que tenía, introduce más palos en las ruedas de las empresas, que pueden ser insalvables para las firmas de menor tamaño.
Ante este contexto, disponer de la financiación suficiente para hacer frente a los retos económicos actuales es clave. Y con esa idea, el acceso a mercados de capitales es fundamental para impulsar el crecimiento de los negocios y la búsqueda de oportunidades en los mercados internacionales.
A pesar de esta posibilidad, muchos negocios siguen centrándose casi con exclusividad en la financiación bancaria por los bajos tipos y por el interés del Banco Central Europeo y de la propia Unión Europea de seguir imprimiendo dinero con el objetivo de impulsar la economía real. Una estrategia que, aunque haya funcionado en el pasado, no lo hará en el futuro con la misma intensidad. La razón está en la inevitable alza de tipos de interés que el BCE realizará más pronto que tarde (de hecho, el mercado ya adelanta tres para este mismo año) para embridar el incremento de los precios.
En este contexto, y como se ha dicho con anterioridad, entornos como el BME Growth se presentan como fundamentales para que las empresas obtengan los recursos necesarios para seguir creciendo. Más aún con las mejoras realizadas en los últimos años. También en el abaratamiento de los procesos de salidas a bolsa, que tanto echaron para atrás en el pasado a muchas pymes.
En definitiva, disponer de un instrumento remodelado como el BME Growth, que cuenta con todas las garantías y que está supervisado por la propia CNMV, es un caramelo que no se puede dejar escapar por parte de las empresas. Máxime en un momento tan exigente como el actual en el que el salto a este mercado de valores es aún más prometedor.
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