15 nov 2022
La financiación ya cuesta un 4% para los autónomos y la mitad para las empresas
Las entidades bancarias ya encarecen la financiación al hilo de las subidas de tipos de interés en la eurozona. Un contexto que dificulta la obtención de liquidez que muchos negocios necesitan no solo para crecer sino también para asumir el alza del coste de las materias primas y para acometer operaciones de refinanciación.
Llevamos unos meses inmersos en un proceso de normalización monetaria a nivel global. De hecho, todos los bancos centrales casi al unísono se han puesto manos a la obra para tratar de controlar la inflación. Para ello han arrancado un proceso de agresivas subidas de tipos de interés cuyo objetivo es encarecer la financiación para frenar la actividad y la demanda, lo que provocará un descenso de los precios. El problema es que este proceso suele llevar meses y, de momento, los precios se mantienen tozudos. Aunque hayamos vislumbrado una tímida luz al final del túnel con los datos del IPC de octubre de EEUU.
La situación en Europa es preocupante, con un IPC que escaló hasta situarse en el 10,7% en octubre, ocho décimas más que en el mes anterior, dejando claro que la inflación sigue estando muy viva en la eurozona. Ello a pesar de que el Banco Central Europea repitiera en octubre la mayor subida de tipos de su historia con un nuevo aumento de 75 puntos básicos, que dejó la tasa de interés en el 2%.
La resistencia que muestra la inflación, que durante muchos meses se consideró transitoria pero que la guerra en Ucrania ha convertido en persistente, aumenta la presión sobre los bancos centrales, que siguen estando obligados a forzar la máquina de las subidas de tipos, ya que es el único camino para lograr que los precios caigan hasta el entorno del 2%, un porcentaje que estos organismos consideran ideal para la actividad económica.
La necesaria agresividad que tendrán que seguir mostrando estas entidades provocará un mayor encarecimiento de la financiación, lo que supone un problema para todos aquellos que quieran contratar o que paguen una hipoteca a tipo variable. De hecho, el euribor, el indicador al que están referenciados la mayoría de los créditos inmobiliarios en España a tipo variable, ha escalado desde el -0,572% a cierre de 2021 a estar en la actualidad en el 2,867%. Como no podía ser de otra forma, las empresas también sufren el impacto de la normalización monetaria en Europa.
Mucho se ha dicho sobre el difícil contexto en el que se mueven actualmente los negocios a la hora de lograr financiación. Pero hasta el momento no se había concretado lo que supone ese citado difícil contexto para las empresas y quienes son los más perjudicados.
El propio Banco de España ha dado respuesta a estas cuestiones a través de un estudio donde desvela que son los autónomos los que más están sufriendo las subidas de tipos de interés. En concreto, este colectivo ha visto como en los últimos meses los préstamos se han encarecido más de un 70%, hasta tener que pagar un tipo de interés medio del 4% por el dinero que solicitan frente al 2,33% de finales de 2021. Un porcentaje que duplica al de las empresas, aunque las compañías también han experimentado un encarecimiento de las condiciones. De hecho, el tipo medio para las firmas que solicitan una liquidez menor a 250.000 euros está en el 2,73%; en el caso de créditos de entre 250.000 euros a un millón, el interés está en el 2%. Finalmente, para los préstamos que superan el millón de euros la tasa cae al 1,43%.
El hecho de que las entidades cobren unos tipos más altos a los trabajadores por cuenta propia es lógico ya que, en un primer momento, presentan un mayor riesgo de impagos que en el caso de las empresas.
Con todo, lo más preocupante para todos los tipos de negocios es que este contexto complicado a la hora de acceder a la liquidez se hará todavía más difícil en los próximos meses. La causa está en la ralentización que la actividad y la economía ya están mostrando precisamente por el impacto de las subidas de los tipos de interés. De hecho, los bancos nacionales ya reconocen que han endurecido las condiciones para la concesión de los créditos en el último trimestre del año porque perciben un mayor riesgo de impagos por el frenazo que está sufriendo la economía.
Este aumento de la dificultad en el acceso a la financiación no reside solo en el aumento del interés, también se nota en los menores plazos de vencimiento que las entidades financieras ofrecen para devolver el pasivo.
Las empresas, y más los autónomos, se enfrentan a una situación muy complicada que, sin duda, frenará las inversiones previstas. No obstante, a muchas compañías no les quedará más remedio que acudir a la ventanilla del banco para intentar obtener créditos para asumir en sus cuentas el alza del coste de las materias primas y las propias refinanciaciones de deuda, un tipo de operación que se ha incrementado en este 2022 y que lo seguirá haciendo en el futuro.
Te podría interesar
Contacta con nosotros
Envíanos tus datos mediante este formulario y nos pondremos en contacto contigo lo antes posible.
Estaremos encantados de ayudarte.
Solicita información
Déjanos tus datos y nos pondremos en contacto contigo