26 sep 2022
¿Es un buen momento para emprender con un contrato de franquicia?
Los periodos de incertidumbre suelen ser propicios para apostar por las franquicias, dado que las necesidades económicas para poner en marcha un negocio son menores, suelen tener un crecimiento más rápido y permiten al emprendedor favorecerse de la experiencia y del conocimiento adquirido del franquiciador. El contrato de franquicia es el documento maestro para formalizar la relación entre ambas partes, favoreciendo una adecuada interlocución bajo el prisma de conseguir el mayor éxito comercial posible.
Una de las posibilidades para emprender que han ganado peso desde el estallido de la pandemia de Covid-19 es la de la franquicia. En los últimos años, las franquicias han mostrado una importante resiliencia, sobre todo frente a los negocios físicos independientes, muchos de los cuales se han tenido que reconvertir cuando no directamente desaparecer. Apostar por una franquicia implica, en principio, un menor riesgo y un coste económico más bajo para el emprendedor, si bien es importante tener en cuenta algunos elementos clave para convertir esa alternativa en un negocio de éxito.
Identificar las tendencias en auge
La principal ventaja de apostar por una franquicia es que permite al emprendedor elegir con una mayor libertad la industria en la que desea operar y el público objetivo al que dirigirse. Sin embargo, en los últimos años la propia pandemia, la digitalización y la llegada al mercado de nuevos competidores ha variado significativamente el perfil y las preferencias de los consumidores. Incluso, dentro del mercado se han producido contradicciones que hay que tener en cuenta.
Por ejemplo, en el segmento de la restauración cada vez hay más usuarios que desean alimentos saludables aunque sea a precios mayores, pero, también, los servicios de comida rápida en las modalidades take away y delivery han aumentado considerablemente su facturación gracias al significativo aumento del teletrabajo.
Esto significa que analizar cuidadosamente el segmento de público al que dirigirse y las tendencias que pueden aventurarse en los años venideros son elementos clave para tener éxito a la hora de establecer un negocio de franquicia.
Formalizar una franquicia desde el punto de vista legal
Una vez el emprendedor tiene claro en qué sector desea iniciar su actividad, lo más habitual es que formalice con una empresa franquiciadora un contrato de franquicia. En él se establece el derecho a implementar su modelo de negocio a cambio de una remuneración. De este modo, el franquiciado puede emplear la marca y los logotipos comerciales del franquiciador, así como hacer uso de su know-how.
A través de un contrato de franquicia se delimitan las obligaciones y los derechos de cada una de las partes así como las contraprestaciones económicas que se derivan de ellos. Esto es especialmente importante en ámbitos como la formación previa que se requiere para poner en marcha la franquicia, cómo se ejecutarán futuras campañas publicitarias o promociones, o el pago de canon o de comisiones por la venta de productos de la marca original.
En todo contrato de franquicia debe aparecer también:
- La posible opción de compra de la franquicia por parte del franquiciado en el futuro.
- La extensión del contrato de franquicia y de qué manera se ejecutarán, llegado el caso, las prórrogas automáticas del mismo.
- Las cláusulas de confidencialidad en relación a información sensible del franquiciador que no debe ser divulgada.
- La zona de exclusividad en la que se llevará a cabo la labor comercial del franquiciado, de cara a no entrar en competencia con otros que también hayan llegado a acuerdos comerciales con esa marca.
Ventajas de apostar por una franquicia
- Requiere, en principio, de una menor inversión económica inicial, reduciendo con ello el riesgo financiero y el posible colapso de la liquidez.
- El franquiciado se favorece del conocimiento y de la experiencia de la marca para tener mayores posibilidades de éxito comercial desde el inicio.
- Las franquicias suelen tener un crecimiento más rápido que otros negocios independientes.
- Habitualmente, las necesidades de financiación son menores.
- Es posible obtener mayores descuentos y promociones a la hora de adquirir productos, lo que permitirá ponerlos a la venta a precios más competitivos.
Riesgos potenciales
- Se desincentiva la innovación por parte del franquiciado por lo que se corre el riesgo de que otros competidores obtengan una ventaja competitiva en el futuro que amenace su posición en el mercado.
- Queda limitada la estrategia de comunicación y de marketing, que debe consensuarse con la marca matriz. De este modo, es más complejo personalizar las acciones comerciales o poder conocer mejor a los clientes y al público potencial.
- Cualquier decisión operativa o estructural relevante que se produzca en el franquiciador puede tener importantes consecuencias en sus franquiciados, aun cuando estos estén realizando su desempeño comercial con éxito.
- Expirado el contrato de franquicia, el franquiciado puede no ser renovado a pesar de haber cumplido con sus objetivos comerciales, poniendo en serio riesgo la viabilidad de su negocio.
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