La oportunidad que el nuevo capitalismo supone para las pymes

El sistema capitalista que ha regido desde el fin de la Segunda Guerra Mundial se enfrenta a una reformulación ante la necesidad de un sistema económico que instrumente modelos más inclusivos y sostenibles. Esta transformación o nueva etapa ha recibido muchos nombres, como capitalismo de los grupos de interés, nuevo capitalismo o capitalismo consciente, entre otros. Pero lo cierto es que las nuevas denominaciones no alcanzan a englobar las diferentes transformaciones que la sociedad exige. El economista Klaus Schwab define estos cambios de manera acertada al proponer “reimaginar nuestra economía global para que sea más sostenible y próspera para todos”.

Con todo, y más allá de calificativos, la realidad es que la ya comentada reinvención del capitalismo exige la implicación de personas, organismos públicos y empresas, ya que todo forma parte del sistema económico. Por ello, los pequeños negocios no pueden quedarse fuera de esta carrera cuyo fin es aportar algo al mundo. De ahí que una de las transformaciones que se están produciendo en el terreno empresarial sea la del paso de modelos de negocio que buscan exclusivamente beneficios económicos, a modelos que equilibran tales beneficios con el impacto en la sociedad y el medioambiente.

Es lo que se llama en la actualidad “empresas con propósito” o “empresas de triple impacto”. Son las organizaciones que buscan ser parte de la solución a problemáticas generales desde su negocio, su ámbito de actividad, conscientes del rol que cumplen en una sociedad que requiere entidades comprometidas con el mundo. Este tipo de empresas son las que la sociedad actual exige. Así lo indica un reciente estudio realizado por Canvas Estrategias Sostenibles, donde se desvela que el 78% de la ciudadanía considera que el sistema capitalista debe cambiar. De ellas, el 74% estima fundamental que las empresas se impliquen en los propósitos medioambientales, sociales y de buen gobierno. Por si fuera poco, los estudios también indican que los consumidores estudian la participación de las empresas en los ámbitos más allá de la obtención de beneficios empresariales a la hora de decidir sus compras. En concreto, Canvas indica que el 50% de los ciudadanos se informa sobre las acciones sostenibles de las empresas. La consultora Showroomprive por su parte eleva este porcentaje al 70% en el caso de los consumidores que prefieren que las marcas colaboren con ONGs.

Salta a la vista que, además de una obligación, el interés de la sociedad por reinventar el capitalismo debe ser visto como una oportunidad para los nuevos negocios. Con ese objetivo, desde este post vamos a explicar algunas de las acciones realizadas por marcas muy conocidas, que Canvas destaca en su estudio, y que pueden servir de guía para desarrollar una estrategia que convierta a las pymes en “empresas con propósito o de triple impacto”.

DKV

Esta empresa quiso ser parte de la solución ante el reto de la pandemia al abrir su plataforma de telemedicina a toda la población de manera gratuita. El objetivo fue descongestionar los centros sanitarios. Para lograrlo, la aplicación Quiero Cuidarme Más sigue disponible para resolver dudas de medicina general y/o relacionadas con la Covid-19. Más de 800 profesionales voluntarios están inscritos y atienden voluntariamente a los ciudadanos. Desde la apertura de la plataforma a principios de marzo ya se han atendido más de 17.900 consultas de diferentes especialidades como medicina de familia, medicina interna o ginecología, entre otros, que se responden de forma gratuita y de manera 100% confidencial. Se lanzó en España y posteriormente se facilitó el lanzamiento también en Perú.

Unilever

La multinacional también ha aportado su granito de arena en la reinvención del capitalismo con Soy Frigo, un programa de empleabilidad iniciado en 2014 en España. Se trata de un proyecto de inclusión social que, a través de las marcas de helados Frigo, tiene el objetivo de mejorar la inserción sociolaboral de aquellos colectivos sociales que más lo necesitan o personas en riesgo de exclusión social.

Danone

El rey de los yogures, por su parte, apuesta por impulsar la transformación hacia un modelo alimentario sostenible para las generaciones futuras. Para lograrlo, Danone puso en marcha Granjas Next Generation, que es un programa de formación agroganadera con el objetivo de capacitar a los actores rurales: busca prepararlos para afrontar la transformación del sector hacia un modelo sostenible económica y medioambientalmente, con la prioridad de contribuir en la reducción de emisiones de CO2 y frenar el cambio climático. La formación se realiza de forma online a través de módulos, que incluyen sesiones de aprendizaje y trabajo impartidas por académicos y profesionales del sector. Se busca favorecer el intercambio profesional de conocimientos, con el propósito de conseguir un modelo competitivo, sostenible, y justo.

Ikea

Desde el comienzo de la crisis sanitaria desatada a raíz de la Covid-19, el fabricante de muebles sueco ha brindado su apoyo a organismos locales y organizaciones no gubernamentales para la gestión de la crisis. Más de 30.000 productos de Ikea y 60.000 unidades de material sanitario, donados de forma gratuita, son solo algunos ejemplos de la implicación de Ikea en la lucha contra el virus y su impacto en la sociedad española, con el foco en las familias en riesgo de exclusión social.

Leroy Merlin

El rey del bricolaje, por su parte, se ha centrado en la integración laboral. Con ese objetivo, desarrolló su Política de Discapacidad, que busca contribuir a una sociedad más inclusiva mediante la integración profesional, la accesibilidad de sus puntos de venta, la sensibilización interna y externa en esta materia, cooperando con otras entidades involucradas en inclusión, así como a través de la comercialización de gamas de productos y la contratación de servicios desarrollados por centros especiales de empleo.

Como se puede ver con estos ejemplos, una simple gota en el inmenso abanico de proyectos que las empresas desarrollan actualmente más allá del ámbito económico, las posibilidades de que las pymes aporten su granito de arena en la reinvención del capitalismo son elevadas. El consumidor, sin duda, premiará a todas aquellas firmas que velen por el planeta y las personas, además de por lograr beneficios.