29 abr 2024
¿Es posible superar los problemas de liquidez en una pyme?
Si no se gestiona de manera adecuada, la falta de liquidez en una empresa puede llevar en el peor de los escenarios a la quiebra. Para evitar esto, la planificación es esencial, por ejemplo, constituyendo un fondo de contingencia al que resulte posible recurrir en los momentos de mayor tensión en la tesorería.
Carlos Sánchez - Colaborador de Asesores de Pymes externo a Cesce
Tener unos ingresos estables, gozar de una buena posición en el mercado o contar con una cartera de clientes relevante son buenos indicadores para una empresa. Sin embargo, a pesar de ello, es posible que la liquidez no sea la suficiente para atender los pagos a corto plazo. Si este tipo de incidencia no se ataja con la suficiente rapidez es posible que la contabilidad se vea seriamente afectada y que haya que incurrir en préstamos con un tipo de interés elevado para satisfacer los gastos corrientes. Este tipo de situaciones, más habituales en una pyme de lo que cabría esperar, puede ser un indicativo claro sobre la posibilidad de que la entidad termine entrando en quiebra.
Qué implica la falta de liquidez
En una empresa, es tan importante el flujo de ingresos como el de gastos. De nada sirve hacer crecer el negocio si, por ejemplo, los clientes tardan demasiado en pagar o aumenta el nivel de morosidad, ya que se tendrá que seguir abonando facturas a los proveedores. En caso de no hacerse a tiempo, además del riesgo reputacional que eso conlleva, puede implicar que dichos proveedores dejen de servirnos o que, si lo continúan haciendo, sea a precios más elevados. De continuar esta situación en el tiempo no quedará más remedio que reducir el beneficio por cada unidad vendida en el mercado o incrementar el precio de venta al público.
No contar con los recursos económicos para atender los pagos que vencen con mayor urgencia puede tener consecuencias funestas para una organización que, en el peor de los escenarios, le puede llevar a la quiebra. De ahí que la labor de supervisión que desempeña un CFO o un controller financiero sea clave para identificar cualquier desviación contable en este sentido y poder corregirla antes de que sea tarde.
Por qué una empresa tiene falta de liquidez
Ya hemos aventurado algunas de las razones que llevan a una entidad a tener problemas de liquidez, pero a continuación te las especificamos en mayor detalle:
- Crecimiento mal estructurado. La empresa vende más, atiende mayores pedidos y su capital humano se extiende, pero hay una ineficiencia en la redistribución de los recursos productivos que, paradójicamente, provoca que cuanto más se venda los beneficios se reducen, llegando a perder dinero en un momento dado.
- Falta de una planificación financiera adecuada. Aunque la empresa gane cuota de mercado si el emprendedor no ha planificado la necesidad de mayores recursos para acompañar el crecimiento puede que las cuentas de la compañía lleguen a colapsar. Para evitarlo, lo mejor es contar con el asesoramiento de profesionales en contabilidad.
- Pérdidas recurrentes. Si no se imbrican de manera adecuada la labor de los diferentes factores productivos y se encamina la estrategia hacia una mayor eficiencia operativa es probable que tarde o temprano las pérdidas se incrementen. Una mala praxis profesional, no contar con KPIs adecuado o una mala política en la gestión de las materias primas suelen ser los principales motivos que ocasionan pérdidas recurrentes en una entidad.
- Exceso de pedidos comerciales. Si la empresa no es capaz de afrontar el incremento en las peticiones de los clientes, es posible que la compra de materiales y la contratación de nuevos profesionales condicionen muy negativamente las cuentas. Si a corto plazo no se prevén estos desfases contables, los efectos sobre el capital circulante pueden ser muy malos.
Recomendaciones para superar la falta de liquidez
Para intentar superar cualquier pico de falta de liquidez, una organización puede llevar a cabo las siguientes medidas:
- Constituir un fondo de emergencia y destinar todos los ejercicios parte de las ganancias a incrementar su base. De este modo, será posible tirar de él si ocurre cualquier problema en la gestión del capital circulante.
- Realizar una eficaz gestión de los inventarios, evitando, por un lado, que los materiales que no se utilicen permanezcan más tiempo de lo necesario en el stock de la compañía. Además, en la medida de lo posible, hay que procurar tener un almacén más pequeño para evitar los costes fijos que supone mantenerlo.
- Mejorar el periodo medio de cobro de las facturas de los clientes y aumentar el periodo medio de pago a los proveedores, siempre que resulte posible.
- Llegar a un acuerdo con una empresa que se dedique a gestionar las facturas impagadas, ya que, de este modo, se podrá ingresar dinero que, de otra manera, seguramente seguiría sin llegar a la entidad.
- Establecer con un banco una línea de crédito a la que poder recurrir en un momento dado para solucionar o aliviar cualquier tensión contable.
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