04 oct 2023

Un modelo de retribución flexible adaptado a la realidad de mi pyme

Que tu empresa crezca y puedas comenzar a contratar empleados es siempre una buena noticia. Pero en esa nueva realidad la competencia por atraer y fidelizar el talento es cada vez mayor. Si no es posible competir en salarios o en planes de carrera con otros de los grandes jugadores del sector, las compañías más pequeñas y con los recursos limitados deben apostar por otros mecanismos para incrementar el compromiso y la fidelidad de los empleados. Uno de ellos, perfectamente legal y más sencillo de lo que pueda parecerte de implementar, es la retribución flexible.

Carlos Sánchez - Colaborador de Asesores de Pymes externo a Cesce

 

La retribución flexible nace de la necesidad de establecer una relación laboral que ofrezca mayores beneficios tanto al trabajador como a la compañía sin que eso se traduzca sólo en una mejora de su salario. Más bien al contrario, a través de una política de retribución flexible una entidad logrará un ahorro fiscal en tanto que el profesional verá como sus condiciones a todos los niveles mejoran de manera tangible. De este modo, cualquier organización, aunque no disponga de la capacidad económica para ofrecer importantes remuneraciones al talento, está en condiciones de competir para atraer al capital humano adecuado con el que soportar su crecimiento presente y futuro.

A medida y personalizada

Desde un punto de vista formal, la remuneración flexible consiste en que un trabajador pueda destinar parte de su salario bruto al disfrute de un abanico de servicios en su día a día. Según sus necesidades y su situación personal y familiar, escogerá unos u otros. Por ejemplo, si su casa se encuentra lejos del lugar de trabajo, es probable que apueste por descuentos en transporte público o por tickets para comer en restaurantes. Si, por el contrario, tiene hijos pequeños, quizá le resulte de mayor interés beneficiarse de un coste menor en guarderías.

De acuerdo al Estatuto de los Trabajadores, en ningún caso la retribución flexible de un profesional en especie debe superar el 30% de su salario. Tampoco es posible que económicamente reciba menos del salario mínimo interprofesional legalmente vigente. Sin embargo, dentro de estas especificaciones, tanto trabajador como empresa pueden pactar las condiciones de la retribución flexible del primero como consideren oportuno.

Beneficio para compañía y empleado

Para una empresa, apostar por la retribución flexible es sinónimo de estabilidad. Es decir, que si se produce una espiral de inflación en la economía o si en el mercado laboral crecen los salarios, una compañía, con independencia de su envergadura, cuenta con la posibilidad de poder retener a su capital humano de mayor talento. Además, permite poder ejercer un mayor control contable, ya que la remuneración de los trabajadores goza de un control más relevante, lo que permite incrementar la capacidad de tesorería.

Por parte del empleado, además de beneficiarse de ventajas fiscales, la retribución flexible le supone un estímulo laboral mayor, ya que recibe servicios que le aportan un valor añadido y que mejoran su conciliación familiar, en tanto que observa que la empresa confía en él y le propone fórmulas e incentivos creativos para fidelizarle.

Seguro de salud y plan de jubilación colectivo

Dos de los elementos estrella en un plan de retribución flexible suelen ser el seguro de salud y el plan de jubilación colectivo.

El seguro de salud permite a un profesional ofrecer una cobertura sanitaria privada de calidad a su familia, con las ventajas que eso conlleva en cuanto a la elección de médico o a las garantías de hospitalización.

En relación al plan de jubilación colectivo, cabe destacar que potencia el ahorro individual para la jubilación por medio de un producto de ahorro, ofreciendo importantes y amplias coberturas, resultando beneficiarios en caso de jubilación, invalidez o dependencia los propios trabajadores y, si se produce un fallecimiento, las personas que se hayan designado libremente. Desde la óptica fiscal, permiten al empleado diferir la tributación hasta el cobro de la prestación.

Cómo ponerlo en marcha

Implementar un modelo de retribución flexible en una pyme es, en la actualidad, algo al alcance de la mano para cualquier empresario. De hecho, lo único que se necesita es conectarse a alguna de las plataformas digitales que ofrecen soporte en este sentido.

En cualquier caso, es importante contar con el apoyo del responsable financiero de la entidad (CFO) o del controller financiero, ya que conviene establecer proyecciones a largo plazo del coste real que tendrá cada trabajador a través del diseño y de la personalización de un plan de retribución flexible.

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