Estrategias empresariales para enfrentarse a la vuelta de Trump

Alex Ordóñez - Colaborador de Asesores de Pymes externo a Cesce

Los analistas otorgan un importante recorrido en 2025 a varias cotizadas españolas. Se trata en concreto de Grifols, ACS, Acerinox, Fluidra y Ferrovial. Un listado que desvela una gran pregunta: ¿por qué estas firmas y no otras integrantes del Ibex, como Acciona, Aena, BBVA o Endesa? Conviene recordar que todas ellas presentan buenas perspectivas de crecimiento y que la economía española sigue mostrando un excelente desempeño. La respuesta a esta cuestión es simple: los expertos bursátiles se decantan por las primeras porque reciben un mayor porcentaje de sus ingresos en dólares.

Con ello evidencian que esperan que el dólar salga fortalecido en su cruce con el euro de cara al próximo ejercicio. Y la razón para ello está en la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca tras ganar en las elecciones celebradas en EEUU el pasado mes de noviembre. Se trata sin duda de un argumento de peso, ya que el magnate prometió en campaña llevar a cabo políticas para impulsar la economía que tendrán un efecto inflacionario. Es decir, que provocarán un repunte de los precios lo que frenará el ciclo de recorte de tipos emprendido por la Reserva Federal (Fed). Así lo confirmó el propio banco central estadounidense al reducir de cuatro a dos sus perspectiva de recortes en el precio del dinero de cara al próximo ejercicio. Asimismo, la Fed también anticipa un alza de la inflación de cuatro puntos, hasta el 2,4% debido a las políticas de Trump.

El frenazo en las bajadas de tipos en EEUU unido a que todo apunta a que el BCE seguirá bajándolos en 2025 en la eurozona sustenta el fortalecimiento del billete verde frente a la moneda comunitaria. Y por si aún faltara algo la amenaza del propio Trump de volver a la carga con aranceles a Europa ahondarán aún más la debilidad del euro.

Todo este cóctel explica el optimismo de los analistas con las integrantes del Ibex que reciben un mayor porcentaje de sus ingresos en dólares o que tienen una mayor exposición de su negocio en EEUU. Pero el resto deben prepararse para hacer frente a este Trump 2.0 que eleva las opciones de una guerra comercial que impactará a nivel global. ¿Cómo pueden las empresas defenderse ante este escenario desafiante que dibuja el nuevo presidente de la primera potencia del mundo?

La adaptación de la estrategia en los mercados exteriores es probablemente la mejor respuesta que se puede ofrecer. En el caso de las empresas cuyo negocio depende mucho de EEUU la mejor opción pasa por tener localizada la producción o contar con filiales en aquel país. Pero eso es algo que solo está al alcance de las empresas del Ibex ya citadas y de grandes empresas. Desde luego una pyme lo tendrá muy complicado para establecerse en los dominios del Tio Sam. Para todas ellas, la opción más recomendable es redoblar su apuesta por la exportación de productos de alto valor añadido. Aquellos que precisamente justifican el alto precio que se paga por ellos y que, por este motivo, estarán fuera de la amenaza de que se implanten aranceles sobre los mismos.

En este punto, conviene recordar que durante el primer mandato de Trump se impusieron aranceles a productos nacionales, como fue la aceite negra. Pero no a otros de mayor valor añadido, como el aceite, por poner un ejemplo.

Dentro de los cambios que se deben tener en cuenta dentro del ámbito de la exportación está en la diversificación de los mercados. Es evidente que si se depende demasiado de un país en concreto, un arancel puede hundir el negocio. De ahí que sea preferible no poner todos los huevos en la misma cesta y apostar por irrumpir en nuevos mercados. Asimismo ampliar la gama de proveedores también es una opción a tener en cuenta para enfrentarse a un mundo más proteccionista.

Con este objetivo, mercados emergentes como India, el sudeste asiático o África se presentan como posibilidades que se deben tener en cuenta para esquivar cualquier medida proteccionista que se pueda implantar en Occidente y limitar las opciones de interrupciones en las cadenas de suministro.

Un cambio estratégico que en el caso de las pymes es muy complejo, aunque siempre existen posibilidades menos exigentes desde el punto de vista de la inversión con las que se puede acelerar la diversificación de los ingresos. Es el caso de los marketplace internacionales que abren la puerta a acceder a muchos mercados sin que ello exija la apertura de filiales ni llegar a alianzas con socios locales.

Y si hablamos de socios, impulsar alianzas internacionales con otras empresas también se presenta como una estrategia indicada frente al proteccionismo. Ello debido a que este tipo de acuerdos permiten la compartición de los recursos, lo que reduce los costes y posibilitan la entrada en países que de otra forma sería imposible de conseguir.

En última instancia, apostar por la transformación digital y ecológica, abrazando la sostenibilidad, también son opciones a tener en cuenta, ya que implican reducción de costes y mejoran la imagen de la marca, lo que facilita la captación y retención de clientes.