Amenaza de nuevas sanciones

La organización regional en una reunión, el pasado 25 de marzo, había declarado que el plazo de 36 meses para la reinstauración democrática dado por la junta era inaceptablemente largo. También pidió a la junta que libere de forma inmediata al expresidente Marc Roch Christian Kabore, detenido desde su derrocamiento el 24 de enero. La CEDEAO amenazó con sanciones si Kabore no era liberado antes del 31 de marzo. Lionel Bilgo, el portavoz del gobierno de transición, insistió en la legitimidad del calendario de transición y anunció que el gobierno decidiría pronto sobre permitir a Kabore retirarse a una de sus propias residencias, aunque no indicó si recuperaría su libertad de movimiento. La ministra de Relaciones Exteriores, Olivia Ragnaghnewende Rouamba, advirtió a la CEDEAO que las duras sanciones amenazarían la estabilidad de los estados costeros limítrofes. El gobierno militar de Burkina sabe que la CEDEAO no está muy predispuesta a aplicar unas sanciones tan duras como las aplicadas en Mali, por temor a provocar un mayor deterioro del entorno regional. No obstante la CEDEAO corre el riesgo de perder su credibilidad si no toma alguna medida, por lo que es posible que se apliquen sanciones si bien no tan duras como en el embargo comercial aplicado a Mali.