07 abr 2024
Asalto policial a la embajada de México
"Ecuador es un país soberano y no vamos a permitir que ningún delincuente quede en la impunidad", con estas palabras justificó el gobierno ecuatoriano la irrupción de la policía en la embajada de México la noche del 5 de abril para capturar al exvicepresidente Jorge Glas, condenado por corrupción y refugiado en la embajada mexicana desde diciembre.
La tensión entre ambos países ya había escalado días antes debido a declaraciones de Andrés Manuel López Obrador sugiriendo que el asesinato del candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio el año pasado influyó en las elecciones ganadas por Noboa. Esto llevó al gobierno ecuatoriano a declarar persona non grata a la embajadora mexicana en Ecuador, Raquel Serur. En respuesta, México calificó la medida como "desproporcionada" y anunció el otorgamiento de asilo político a Glas. Este político ecuatoriano, asociado estrechamente con el expresidente Rafael Correa, ocupó diversos cargos gubernamentales, incluyendo el de vicepresidente, pero enfrentó problemas legales por corrupción, siendo condenado en 2017 por recibir sobornos de Odebrecht. Tras obtener libertad condicional por ese caso, fue citado por otro caso de corrupción relacionado con el manejo de fondos tras un terremoto en Manabí en 2016, lo que lo llevó a buscar refugio diplomático en la embajada de México. La irrupción de la embajada ha sido objeto de fuertes críticas dentro y fuera de Ecuador, pero el presidente Daniel Noboa lo defiende como una medida para proteger la soberanía nacional y evitar la intervención extranjera en los asuntos internos de su país. Varios países y organizaciones han denunciado la violación de los instrumentos internacionales que regulan las relaciones diplomáticas y el derecho al asilo. Dentro de Ecuador, el suceso ha desatado una intensa oposición al gobierno de Daniel Noboa, con llamados a su renuncia y anuncios de juicio político.