Ataques contra las fuerzas de paz de la ONU

El 12 de octubre portavoces de FINUL denunciaron que cinco cascos azules habían resultado heridos por los disparos efectuados por soldados y tanques israelíes. Un día después, dos carros de combate hebreos destruyeron y entraron a la fuerza en una de las bases de la misión de paz. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que cualquier ataque contra las fuerzas de paz “puede constituir un crimen de guerra”. Por su parte, la Unión Europea ha exhortado a Tel Aviv a que cese de inmediato los “inaceptables ataques” al contingente de paz, contrarios al derecho internacional. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha acusado a la ONU de ser “escudos humanos” de la milicia Hezbolá y ha exigido su salida inmediata del Líbano. La misión de paz se estableció en 1978, con el objetivo de contener la tensión en la frontera entre el sur del Líbano y el norte de Israel, un territorio no acordado oficialmente entre los dos países conocido como línea azul. Se calcula que actualmente hay desplegados más de 10.500 cascos azules procedentes de 40 países.