17 ene 2021
Comienza la vacunación
La heterogeneidad que caracteriza a América Latina también está muy presente en la campaña de vacunación de la covid-19, que comenzó la semana pasada en la región. Mientras que Chile se ha inclinado exclusivamente por las vacunas de Pfizer y Oxford y cuenta con capacidad para vacunar a la mayor parte de sus ciudadanos (dispone de 84 mill. de dosis para una población de 19 mill.), Argentina, Brasil y México han optado por una variedad de proveedores de origen occidental, ruso y chino y poseen alrededor de una dosis por habitante (una cifra insuficiente dado que alguna de las vacunas necesita de doble inoculación).
El resto de países latinoamericanos apenas han podido acceder a sumas relevantes, lo que obedece fundamentalmente a su menor poder adquisitivo. Los países más pobres confían en adquirir vacunas a través del COVAX, un acuerdo bajo el auspicio de la OMS que busca garantizar su acceso a todos los países del mundo. Por el momento, los porcentajes de población vacunada en la región son mínimos: solo Chile, Argentina, Costa Rica y México tienen programas activos y con números significativos (todos por debajo del 0,2%), que palidecen en comparación con los niveles de otras zonas del mundo como Europa o Estados Unidos. No hay duda de que el hecho de que la vacunación comience a extenderse por el globo es motivo de celebración, sin embargo el retardo que sufre esta región inevitablemente va a afectar a la recuperación de la normalidad a nivel mundial, ya que la pandemia no conoce de fronteras.