04 jul 2021
El Brexit y el baile de los datos
Tras una larga ronda de negociaciones, turbulencias políticas, acuerdos y desacuerdos entre ambos socios, el Brexit entró finalmente en vigor el pasado 1 de enero de 2021, en plena crisis del covid. La incertidumbre que ha marcado todo el proceso de divorcio sigue presente en los primeros meses de su andadura. Efectivamente, seis meses después, resulta muy complicado saber cuál ha sido el impacto real que ha tenido en los intercambios comerciales entre Reino Unido y el Club comunitario debido a la enorme distorsión estadística que supone la pandemia.
Tomando como fecha de partida el pasado mes de diciembre (último mes de permanencia en el bloque de Reino Unido) y comparándolo con los datos relativos a abril, las exportaciones británicas al continente europeo cayeron únicamente un 5%, de acuerdo con los datos publicados por la Oficina de Estadística Nacional británica (ONS, por sus siglas en inglés). Sin embargo, si se tienen en cuenta las cifras que maneja Eurostat elevaba la caída de las exportaciones británicas al 24%. Evidentemente, siempre existe cierta variación en las estadísticas nacionales atendiendo a una u otra fuente, y no se pueden obviar los efectos estacionales que podrían afectar a las cifras de comercio entre ambas economías. No obstante, la enorme divergencia de datos podría deberse a la diferente forma de medir las exportaciones a uno y otro lado del canal de la Mancha dependiendo de si se atiende al país de origen de las mercancías o el de envío. Londres estaría registrando las exportaciones conforme al país al que son enviadas, mientras la UE estaría considerando el destino final de dichas exportaciones. Así, si Reino Unido exporta un coche a Holanda pero posteriormente se envía a un país fuera de la UE, para Londres se consideraría una exportación al bloque mientras que para la UE no se consideraría una importación procedente de Reino Unido. Así pues, hasta que no se homogenicen los criterios, no se tendrá una fotografía más nítida acerca del impacto real del Brexit sobre los intercambios comerciales entre ambos y mucho menos sobre las economías en su conjunto teniendo en cuenta los importantes efectos encadenamiento de las exportaciones en el resto de sectores productivos.