El Constitucional anula el aplazamiento electoral

El aplazamiento de los comicios, anunciado por Sall el 3 de febrero, excusándose en los desacuerdos entre el Constitucional y el poder ejecutivo, fue ratificado por la Asamblea Nacional en una caótica sesión. Durante la misma, se fijó una nueva fecha para los comicios: el 15 de diciembre, lo que supone una extensión de 10 meses del mandato de Sall, lo que ha desatado una crisis política sin precedentes y una oleada de protestas que deja ya tres muertos. La resolución del Constitucional, pese a los miedos iniciales, ha sido acatada por Sall, cuya oficina ha declarado que “el presidente tiene la intención de ejecutar en su totalidad la decisión del Consejo” y que “el jefe del Estado conducirá las consultas necesarias para organizar las elecciones lo antes posible”. Todavía no se ha anunciado cuando podrían celebrarse los comicios, aunque, para cumplir los plazos constitucionales, la votación debería tener lugar, como tarde, el 2 de marzo, fecha que no deja margen suficiente para que los partidos lleven a cabo una campaña electoral al uso. Aunque todavía existe mucha incertidumbre, la rápida concesión de Sall parece indicar que la desaprobación generalizada de la comunidad internacional ha tenido un efecto directo sobre las expectativas del mandatario, a lo que se suma, según rumores recogidos por múltiples fuentes, un menguante apoyo dentro de su partido. Cabe destacar que el ejército no se ha manifestado y que históricamente, al contrario que en otros países de la región, han respaldado las instituciones democráticas.