Estado de emergencia

En lo que va del año, se han registrado 623 homicidios, la cifra más alta jamás registrada en el país, que cuenta con una población de 1,5 millones de habitantes. Las autoridades atribuyen el repunte a enfrentamientos entre pandillas rivales que luchan por el control territorial, y al tráfico de drogas facilitado por la ubicación estratégica del país cerca de Venezuela y sus conexiones con Europa y Norteamérica. Las nuevas medidas otorgan a la policía poderes extraordinarios, como la posibilidad de realizar allanamientos y detenciones sin orden judicial por hasta 48 horas, aunque no se impondrán toques de queda. Esta ola de violencia no es exclusiva de Trinidad y Tobago; otros países del Caribe, como Jamaica y Haití, también enfrentan repuntes significativos de violencia. Jamaica declaró estado de emergencia en agosto tras una serie de asesinatos, mientras que Haití sigue lidiando con el control de más del 80% de su capital,  Puerto Príncipe, por parte de pandillas armadas. El gobierno trinitense busca frenar la creciente violencia mientras se acercan las elecciones generales de 2025, donde el primer ministro Keith Rowley enfrentará una competencia reñida con la oposición liderada por Kamla Persad-Bissessar.