Fatiga occidental

Ciertamente, la reactivación del conflicto en Oriente Medio, con numerosas ramificaciones internacionales, junto a los escasos avances que ha logrado la contraofensiva ucraniana en el sur avivan la sensación de hartazgo de la guerra de Ucrania entre los socios occidentales. Por ejemplo, la presidenta italiana, Girogia Meloni, admitió en una conversación telefónica que la contraofensiva "no está yendo como se esperaba" y "no ha cambiado el destino del conflicto". Lo cierto es que los éxitos militares que obtuvo Ucrania en septiembre de 2022, junto con la intensa campaña que hicieron las autoridades ucranianas a lo largo de todo el invierno para lograr más apoyo militar, contribuyeron a disparar las expectativas por parte de los socios occidentales. Ahora, muchos dan por fracasada la contraofensiva y cuestionan la utilidad de continuar apoyando a Ucrania. Por otro lado, Rusia ha comenzado una intensa campaña de bombardeos en el sur, con más de 127 objetivos atacados en las últimas horas. Concretamente, destacan los enfrentamientos que se han vivido en la ciudad de Avdiivka, que ha causado un número importante de bajas entre las filas rusas y amenaza con convertirse en una nueva Bajmut.