12 jun 2022
Impacto de la guerra
El nuevo informe especial de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), presentado el 6 de junio, destaca que las economías de la región latinoamericana enfrentan una coyuntura muy difícil en 2022 en un contexto externo de incertidumbre, inflación (en especial de alimentos y energía) y desaceleración de la actividad económica y del comercio.
Todo ello redundará en un aumento de la pobreza e inseguridad alimentaria. Bajo el título “Repercusiones en América Latina y el Caribe de la guerra en Ucrania: ¿cómo enfrentar esta nueva crisis?” la CEPAL analiza el fuerte impacto que el conflicto tendrá en la región pero insiste en que los efectos de la compleja coyuntura actual deben enmarcarse en una perspectiva temporal más amplia tras más de un decenio de crisis acumuladas: la crisis financiera internacional, las tensiones económicas entre Estados Unidos y China, y la pandemia. Se prevé que la tasa de crecimiento anual promedio de la región se sitúe en un 1,8% en 2022, con una tendencia a regresar al lento patrón de crecimiento de 2014-2019 de solo 0,3% promedio anual. A nivel subregional, se espera que, en promedio, las economías de América del Sur crezcan un 1,5%, las de Centroamérica y México un 2,3% y las del Caribe un 10,1% (un 4,7% si se excluye a Guyana, cuya tasa de crecimiento se estima que será de un 49,0%). La inflación, por su parte, seguirá la tendencia mundial. Este año ascenderá al 8,1%, frente a la ya elevada cifra del 6,6% alcanzada en 2021. Lo más preocupante son las previsiones respecto a la pobreza que aumentaría desde un 29,8% en 2018 a 33,7% en 2022 y la pobreza extrema se incrementaría de 10,4% en 2018 a 14,9% este año. En consecuencia, 7,8 millones de personas estarán en riesgo de caer en inseguridad alimentaria, cifra que se sumaría a los 86,4 millones que actualmente se enfrentan a esta situación en la región. A pesar de que la tendencia ascendente de los precios de las materias primas impulsará los ingresos por exportación en buena parte de la región, este efecto se verá más que compensado por el fuerte aumento del precio de las importaciones, especialmente para aquellos países más dependiente de las importaciones de alimentos.