21 feb 2021
La República Islámica prorroga “in extremis” las inspecciones sorpresa a su programa nuclear
El pasado domingo 21 de febrero, el Ministro iraní de Asuntos Exteriores, Sr. Javad Zarif, anunció que su gobierno tenía intención de prorrogar por tres meses el plazo durante el cual seguirían estando permitidas las inspecciones sorpresa (en realidad avisadas con muy pocos días de antelación) a cargo de los inspectores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) al programa nuclear de su país.
Desde que el ex Presidente Donald Trump decidiera unilateralmente en 2018 sacar a los EE.UU del Acuerdo Nuclear concluido tres años antes entre Irán y las grandes potencias, la República Islámica había ido desvinculándose del mismo a través de un lento goteo de pequeños incumplimientos, -por ejemplo, aumentando los niveles de enriquecimiento del uranio, modernizando las instalaciones (centrifugadoras), etc…-, el último de los cuales fue la aprobación, el pasado diciembre, de una ley que a partir del 23 de febrero prohibiría las visitas sorpresa a cargo de los inspectores de la AIEA. La aprobación de esta norma fue el primer reto serio del “dossier” iraní al que ha tenido que enfrentarse la actual Administración estadounidense. El plazo de tres meses permitirá dar algo de tiempo para desbloquear y avanzar en las negociaciones para volver al pacto nuclear de 2015. Sin embargo, transcurrido el plazo, las inspecciones sorpresa, tal y como ha afirmado el Director de la AIEA, quedarán prohibidas. Estadounidenses e iraníes han empezado los contactos diplomáticos de manera discreta para tratar de reactivar el pacto nuclear, algo que aparentemente ambas partes desean. Sin embargo, cada una de ellas espera que sea la otra quien dé el primer paso y, concretamente, los iraníes desearían ver un levantamiento, siquiera parcial, de las sanciones económicas impuestas por Donald Trump, lo que les permitiría empezar a exportar crudo de nuevo.