03 jul 2022
Multitudinarias protestas
Decenas de manifestantes asaltaron y prendieron fuego el 1 de julio a la sede del Parlamento situado en la ciudad de Tobruk.
El ataque a la institución gubernamental se produjo en medio de la ola de protestas que se extendieron la semana pasada a lo largo de las principales ciudades del país. Los manifestantes exigieron a los dirigentes políticos resolver la permanente crisis que sufre Libia desde el derrocamiento del dictador Muamar el Gadafi, en 2011. Como se recordará, el aplazamiento indefinido de las elecciones a finales de 2021 dio lugar nuevamente a un escenario caótico, con dos gobiernos enfrentados: el de Trípoli, reconocido por la comunidad internacional, y el de Tobruk, respaldado por las fuerzas del mariscal Jalifa Haftar. Por si fuera poco, las divergencias entre ambos bandos se han agravado en los últimos meses, hasta tal punto que han conducido a un bloqueo de buena parte de las exportaciones de petróleo. De acuerdo a la Compañía Nacional de Petróleo de Libia, la producción de crudo se ha reducido más de la mitad, hasta un intervalo entre los 365.000 - 409.000 barriles diarios, un revés que ha generado pérdidas de más de 3.500 millones de dólares. Asimismo, el descenso pronunciado de la producción de gas ha cortocircuitado el sistema de generación de electricidad, provocando cortes en el suministro de luz de hasta 12 horas al día, un déficit energético que está ahondando la delicada situación económica de la población libia.