Oposición dividida

Así pues, Ba liderará la coalición Benno Bokk Yakaar (BBY), después de que Sall anunciase se abstendría de participar en una muy controvertida segunda reelección. Ba tiene muchas posibilidades ganar los comicios, tanto por contar con el respaldo del principal partido, como por lo dividida que se encuentra la oposición, que solo tendría posibilidades de gobernar si presentase un candidato de unidad. Por el contrario, las dos principales formaciones de la coalición opositora Yewwi Askan Wi se han separado entre los seguidores de Ousmane Sonko y los partidarios de Khalifa Sall (sin relación con el actual presidente). Sonko, un elemento clave de las protestas ciudadanas contra Macky Sall, ha anunciado que retomará la huelga de hambre por la que fue hospitalizado en septiembre, con el fin de “mostrar su solidaridad con otros activistas arrestados injustamente por sus opiniones políticas”. El propio Sonko está bajo custodia policial desde julio por diversos cargos, entre los que se encuentra el realizar “llamamientos a la insurrección”. Sus partidarios defienden que todas las acusaciones tienen una motivación política y tienen como fin impedir que se presente a las próximas elecciones presidenciales, algo que todavía no se sabe si los tribunales permitirán. En el caso de Khalifa Sall, que no pudo concurrir a los comicios de 2019 debido a una condena por corrupción, ya se ha confirmado su elegibilidad para la próxima votación. Existe la posibilidad de que se repitan las protestas ciudadanas vividas en la primera mitad del año si se percibe un trato injusto con las figuras de la oposición, pero la renuncia de Macky Sall a presentarse a un tercer mandato ha calmado mucho la crisis. Senegal es un bastión de democracia y la estabilidad política en África Occidental, lo que gana importancia en el actual contexto regional, marcado por el yihadismo y una espiral golpista.