Principio de acuerdo con el FMI

Aunque todavía está pendiente de la aprobación del Directorio del FMI, este preacuerdo constituye una gran noticia para Burkina Faso, además de señalizar la confianza de la institución multilateral en las autoridades burkinesas, que se han comprometido a un ambicioso programa de reformas económicas estructurales. El programa del FMI se centra en preservar la estabilidad macroeconómica y la sostenibilidad de la deuda, así como en reducir la pobreza y la desigualdad. Entre los compromisos adquiridos se encuentra la reducción del déficit público hasta el 3% del PIB en 2027; en los últimos años el país ha experimentado marcados desequilibrios fiscales, en gran parte como consecuencia del incremento en gasto de defensa, derivado de la gravísima crisis de seguridad provocada por los grupos terroristas de carácter yihadista. La negociación de la asistencia financiera se remonta a 2021, pero el golpe de Estado que sufrió Uagadugú en enero de 2022 provocó la suspensión de las conversaciones. Aunque el FMI otorgó apoyo de emergencia a Burkina Faso en marzo de este año para aliviar la crisis alimentaria a la que se enfrenta (80 mill.$ bajo el programa “Food Shock Window”), había dudas de que el acuerdo ECF se materializase, dado que Burkina Faso se encuentra gobernada por una junta militar y está por ver si se podrá volver al régimen civil en el calendario pactado entre Uagadugú y la CEDEAO.