¿Próximo ingreso?

Ankara y Estocolmo se encuentran ultimando los detalles del acuerdo por el que el gobierno de Erdogán se comprometería a levantar el veto al ingreso de los países escandinavos a la organización. Se trata de un asunto controvertido. Suecia y Finlandia solicitaron unirse a la OTAN el pasado mes de mayo tras la invasión rusa de Ucrania. De esta forma, abandonaban la posición de neutralidad que tradicionalmente habían ocupado con el objetivo de mantener buenas relaciones con Moscú. Pese a que su solicitud de ingreso ya ha sido aprobada por 28 de los 30 miembros de la institución, Turquía y Hungría aún no han iniciado el proceso de ratificación. El caso turco es especialmente relevante ya que el presidente Erdogan supedita su aprobación a la extradición y deportación de 130 “terroristas”. Se trata de miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, considerado un grupo terrorista en Turquía a los que se acusa de estar tras el fallido golpe de estado de 2016. Hasta ahora, Suecia había declarado que las condiciones turcas contravenían su propia Constitución pero la pasada semana anunció que, en un plazo de seis meses, podría haber aprobado la legislación necesaria para cumplir con sus demandas.