13 nov 2022

Régimen de partido único

Las autoridades electorales han confirmado la victoria total del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) del presidente Daniel Ortega en las elecciones municipales celebradas el pasado 6 de noviembre 

El oficialismo gobernará en todas las alcaldías de Nicaragua y en los 17 departamentos, con lo que se extiende el régimen de partido único y autoritario a toda la Administración local del país. El sandinismo acudió a las urnas junto con otros partidos políticos aliados para simular la existencia de competencia electoral. Sin embargo, según los datos provisionales, ninguno de ellos ha obtenido ninguna alcaldía. La apatía ciudadana marcó la jornada electoral. Según la organización independiente Urnas Abiertas, la abstención alcanzó al 82,7% del electorado, aunque el Gobierno habla de una elevada participación. A los observadores internacionales no se les permitió supervisar el proceso electoral, cuya legitimidad fue ampliamente rechazada por los dirigentes de distintos países antes del día de las elecciones. La vicepresidenta Rosario Murillo, por su parte, calificó la jornada como un "día ejemplar, maravilloso, tremendo", en declaraciones a los medios gubernamentales. A estas alturas es más que evidente que Ortega ve poca necesidad incluso de fingir legitimidad democrática, tras años de violaciones sistemáticas de los derechos humanos. Numerosas figuras políticas de la oposición han sido encarceladas o intimidadas para que abandonen el país, mientras que los medios de comunicación son clausurados y se hostiga a las organizaciones de la sociedad civil y a los líderes sociales. Es previsible que la represión política continúe en el futuro, lo que alentará una mayor migración hacia el exterior y aislará cada vez más al país en la escena internacional.

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