20 dic 2020
Riesgo de conflicto armado
A escasos días de la celebración de las elecciones presidenciales, el próximo 27 de diciembre, la República Centroafricana vive un momento de máxima tensión, donde el riesgo de un conflicto bélico se ha disparado.
Los principales grupos armados anunciaron la semana pasada que participarán en los comicios formando un frente común, la denominada Coalición de Patriotas por el Cambio (CPC), aparentemente alineada con el ex presidente François Bozizé, inhabilitado de la vida política debido a las acusaciones de crímenes de lesa humanidad durante su estancia en el poder, entre 2003 y 2013. La unión de las milicias en contra del gobierno ha estado acompañado de rumores sobre el desplazamiento de numerosos grupos de hombres armadas hacia las proximidades de la capital, Bangui. En este contexto, el ejecutivo, liderado por Faustin-Archange Touadéra, ha acusado a Bozizé de estar preparando un golpe de Estado. La Misión Unidimensional Integrada de las Naciones Unidas para la Estabilización de la República Centroafricana (MINUSCA) ha alertado del sustancial incremento de los incidentes violentos en las últimas semanas. La ONU, que cuenta con más de 11.000 cascos azules en el país, ha anunciado que reforzará el contingente desplegado en el oeste de la República Centroafricana, para reforzar la seguridad de los comicios. Todo ello supone un enorme paso atrás que prácticamente entierra el histórico acuerdo de paz firmado en febrero de 2019 entre el gobierno y la miríada de grupos armados. Desde la independencia, en los años 60, la República Centroafricana ha vivido en un permanente escenario de violencia, con numerosos golpes de Estado, donde se entremezcla la lucha sectaria con la actividad de grupos armados interesados en explotar los recursos minerales. El último episodio fue el levantamiento de los rebeldes musulmanes de Séléka para derrocar al presidente Bozizé, en 2013, lo que provocó la respuesta armada de las milicias cristianas, los denominados anti-Balaka. Se calcula que los numerosos grupos armados controlan cerca de dos tercios del territorio del país.