15 nov 2020
Saudi Aramco se endeudará para pagar el dividendo
Saudi Aramco, la compañía con mayor valor en bolsa del mundo, tiene intención de acudir próximamente a los mercados internacionales de bonos para obtener fondos con los que pagar el dividendo correspondiente a 2020.
La petrolera acudió por primera vez ─y hasta la fecha última─ a los mercados de deuda en 2019 con una emisión de 12.000 mill.$, que registró una formidable acogida entre los inversores no residentes al recibir órdenes de compra por un total de más de 100.000 mill.$. Las nuevas emisiones, cuyo monto todavía se desconoce, serán a 5, 10 y 30 años, pudiendo incluso llegar a los 50 años, en función del interés de los inversores. Saudi Aramco cuenta con importantes aspectos positivos en su haber. De todas las grandes compañías petrolíferas mundiales es la que tiene, con diferencia, los costes de extracción más bajos, razón por la cual, sus ingresos en el segundo trimestre de 2020, pese a caer un 73% con respecto a los del mismo periodo del año anterior, siguieron siendo muy superiores a los de rivales como BP, Eni o Royal Dutch. Este hecho ha llevado a éstas últimas a mantener una actitud prudente y a recortar, cuando no a eliminarlo lisa y llanamente, el dividendo en 2020, lo que no va a ser el caso de Saudi Aramco. Esta última se comprometió en 2019, el año de su salida a bolsa, a pagar un dividendo anual de 75.000 mill.$ durante los cinco años siguientes, con independencia de cuales fuesen sus ingresos, y está dispuesta a cumplir su promesa, aunque para ello tenga que aumentar sus niveles de endeudamiento.
│VACA LECHERA
El primer interesado en que Saudi Aramco siga pagando el dividendo a toda costa es el propio Estado saudí, principal accionista de la compañía, que necesita los fondos para cubrir el déficit público, que en 2020 podría situarse en torno al 15% del PIB, y para financiar los ambiciosos planes de diversificación económica recogidos en el programa “Visión 2030”, diseñado por el Príncipe Heredero Mohamed Bin Salman. La actitud hacia Saudi Aramco del Estado está empezando a suscitar preocupación en círculos de inversores extranjeros, ya que, para destinar fondos al pago del dividendo la compañía ha tenido que posponer la ejecución de varios proyectos de inversión, lo que a la larga, puede perjudicarle. El pago del dividendo se está también traduciendo en un rápido aumento de los niveles de endeudamiento de la petrolera saudí, un dato que tampoco está pasando desapercibido entre los inversores extranjeros, que consideran que el gobierno está utilizando cada vez más a Saudi Aramco como la “vaca lechera” con la que financiar sus proyectos.