16 ene 2022
Triunfo simbólico
La victoria de la oposición venezolana en las elecciones celebradas en el Estado de Barinas, el pasado 6 de enero, pone fin a 23 años de gobierno chavista en un territorio considerado el bastión oficialista por excelencia.
El candidato de la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Sergio Garrido, logró imponerse con 55,36% de los votos al aspirante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Jorge Arreaza, quien obtuvo 41,27%. La holgada ventaja dificultó enormemente la no aceptación del resultado por parte del oficialismo. Conviene recordar que el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela ordenó repetir las elecciones en Barinas, celebradas el 21 de noviembre, tras la inhabilitación del candidato opositor, Freddy Superlano, que aventajaba ligeramente al chavismo en las primeras proyecciones de voto. Esta derrota es un golpe duro para el chavismo que, a pesar de haber intentado permanecer en el poder por medio de la decisión del TSJ, ha tenido que acabar aceptando que una mayoría de más de 172.000 personas han optado por la oposición. Para muchos analistas estos comicios dejan en evidencia el derrumbe electoral del chavismo dentro de su propio núcleo de votantes. Sin embargo, es difícil saber si tendrá algún tipo de efecto en el medio plazo. Entre los opositores, un sector cree que el triunfo de Barinas abre una oportunidad para recuperar la confianza en el sistema electoral mientras otro continúa siendo más escéptico.